Capítulo 13 - parte 2

1.3K 154 143
                                    

Pov Hyunwoo

Estaba temblando, estaba seguro que había roto la camisa al quitármela pero no me importaba, tenerlo desnudo en mi cama era alucinante, quizás estaba soñando, pero sabía que esos hermosos labios habían estado envueltos al rededor de mi pene. Su cuerpo era tan pequeño en comparación con la gran cama, me posicione encima de él, cuidando de no hacerle daño, sus ojos estaban llorosos por la lujuria, bese cada uno de ellos, aunque el gesto era un poco más íntimo/sentimental no le di importancia, no me resistí al ver sus hinchados labios, no lo había besado desde que entre a la habitación así que no me prive, uní nuestras bocas en un beso lento y compasivo, gemí un poco al probarme en él y supongo que Ki también estaba encantado porque aprovechó el momento para meter su lengua y arrasar en mi boca.

Agarre sus muslos para separarlos y deje que envolviera las piernas al rededor de mi cadera, mi miembro pidiendo entrar en la ranura de su trasero. Era su primera vez, tenía que hacer de la experiencia la mejor de su vida. Nuestras lenguas eran un enredo, los chasquidos del beso, la saliva saliendo, diablos, en serio me volvería loco con la prisa de Ki, separe nuestros labios, un hilo de saliva colgando, ni el oxígeno habría permitido que me separara pero tenia otras prioridades, como bajar a la piel blanquecina de su cuello y comenzar a dejar castos besos en el. Sus uñas llegaron a mis espalda y se clavaron, gruñí y clave mis dientes en la unión de su cuello y su hombro sin lastimarlo, chupe, a pesar de haber tomado un baño el sudor recorría varias extensiones de su piel, dándole ese característico sabor salado, bese y chupe varios lugares del cuello, sabia que dejaría marcas pero Kihyun era tan sensible que a juzgar por sus gemidos le gustaba que lo marcara, acaricie con mis pulgares sus caderas y baje mi rostro hacia sus fruncidos botones, sople sobre el izquierdo haciéndolo estremecer.

— N-no juegues conmigo —atrape el pezón entre mis dientes, medio grito medio gimió. Sus manos se cerraron en mi cabello, pase la lengua por la punta y luego procedí a chuparlo, Ki volvía a estar completamente duro, podía sentir la erección contra mi piel, su voz, la agudeza, ¿podía grabar sus gemidos como tono personalizado del celular? Pase a su otro pezón, el arrugado botón haciendo contacto con mi lengua y subí una mano para atrapar el solitario, jalando de el un poco, el pequeño hombre se retorcía debajo de mi, jadee, mi pene necesitando atención, deje una hilera de besos por su abdomen y me detuve en su ombligo, embistiendo con mi lengua en el— S-Shownu, agh~, por favor.

— Voy cariño, se paciente —baje un poco más y le di una lamida a su punta rosada, me levante y fui a mi mesa de noche sacando del primer cajón lubricante y un condón, volví a mi posición original, sus mejillas estaban completamente rojas y su cuerpo, respiraba rápido, no me reprimi, solté un gemido, ¿Dios, me estás poniendo aprueba? No tenia muchos ángeles en mi cama, mierda, aparte de Jooheon ningún otro hombre había pasado por mi cama— levanta tus piernas y agarra tus rodillas.

Obedeció, abrí la tapa de la botellas y eche una considerable cantidad del liquido entre mis dedos, luego procedí a untar un poco en su fruncida entrada, no podía invadirlo de manera brusca así que metí un dedo, lento, agradecí al lubricante por hacerlo fácil puesto que sin el la invasión hubiera sido dolorosa para Ki por su estreches. Dirigí mi vista a su rostro, ya había hecho esto antes pero ahora sería diferente, teniendo en cuenta que no serian sólo dedos lo que lo penetraría. El segundo dedo paso sin dificultad y procedí a hacer tijeras dentro de él, eche un poco más de lubricante en su entrada y metí un tercer dedo, ahora embistiendo.

Ki se retorcía en la cama, agarre mi pene con mi mano libre y libere un poco de tensión masturbandome, abrí un poco los labios, no quería opacar los ruidos de Yoo con mis gemidos propios, su entrada tragaba mis dedos así que fui por la próstata haciéndolo gritar cada vez más. Había dicho al personal de limpieza que por ningún motivo se acercara a mi habitación, la prioridad ahora era la pequeña fresa, no podía permitir que alguien interrumpiera el placer. Deje de tocarme y baje a sus labios, un beso suave, contacto de lenguas y una perfecta sincronía con nuestros labios, su textura de algodón, sabía que esta hombre era frágil en todos los sentidos y estaba feliz de que me haya elegido como su primera vez, saque mis dedos, un jadeo salio de su boca, me aleje de el nuevamente, poniéndome de rodillas en el colchón agarre el condón.

El fruto rojo¹. Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu