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Odio el «yoonmin», tan simple como lo lees. ¿Qué? ¿No te gusta lo qué digo? Entonces ve buscando otra historia que pueda satisfacer tu demanda de relacionarme con todos los miembros de mi grupo. No sé que haces aquí. Ve a buscarte alguna novela rosa sin fundamentos, ve a leer irrealidades y fantasías.
Esto no es para ti.
Considero a Ji Min como un hermano pequeño, siempre me frecuenta y está allí para mí. Él es fastidioso y sus manitos parecen las de un bebé. Por eso es incómodo leer cómo, con esas manitos, me masturbó en cada fanfic.
Son puercas, perversas y retorcidas, ya no les queda ética y moral, ¿me lo van a negar? ¿Dónde están los valores de no sexualizarnos?
Deberían lavar primero sus tangas.
¿No se han puesto a pensar, lo ridículo qué es hacerle del pasivo sufrido qué acaba con el corazón roto por mi maldita culpa? Ji Min es amable, maduro, yo no le haría daño. Además: es tóxico.
No es romántico eso.
Ah, odio el yoonmin.
Han hecho de este ship un cliché. Un chicle al que masticas demasiado, entonces te dan ganas de escupirlo en cuanto su dulzura acaba. No, no odio a Ji Min. No me mal entiendan: odio lo que hacen con él que es diferente. Él tiene su carácter también.
¿Por qué jamás me preguntaron lo qué yo prefiero?
¿Por qué se llama Yoonmin o JimSu? ¡MiniMini suena mejor!
Así como se toman las molestias de usar mis fotos antes de mi debut en sus perfiles sin mi permiso. En serio, no lo hagan, no es prioritario felicitarme así. Sean originales. Sean ustedes mismas y regalenme sus sonrisas para darme cuenta de cuantos corazones he curado. Ese es el mejor regalo que pueden darme: Demostrarme que mi música alimentó sus almas... Ah, ya sueno como RM.
La cuestión es que... Acabo metido en donde no debo. Los miembros saben que cuando dispongo de tiempo, escribo lo que sea en mi teléfono, por lo que no me preocupo al comienzo. Me preocupa que algún miembro husmeé en mi labor de escritor. Afortunadamente, puedo embaucarlos, correrlos de mi vista con un simple gesto de ceño fruncido.
Todo es por casualidad, evidentemente, ¿recuerdan cuando Ji Min vino corriendo a mi dormitorio para mostrarme un fanfic? ¿No? No importa. Él fue quién me enseñó ese mundo del fanfiction. Me enojé por los errores gramaticales, lo fuerte que se van de contexto. Por eso les intentaré demostrar lo que es una buena historia, con contenido y calidad.
Las ideas vinen furiosas. Como el título y la trama aunque sé que será todo un cliché en el género dramático. Solo falta algo: Registrarme. Pasar desapercibido en una plataforma feroz es el plan, así que no dudo en ponerme un nombre que ninguna sospechara y que no se relacionara conmigo explícitamente.
¿Acaso piensan que seré obvio? Si realmente nosotros tuvieramos cuentas escondidas en las redes, evitaríamos ser nosotros mismos. Tomemos el ejemplo de Jung Kook, él escribe y todavía no saben de su cuenta.
No se crean el FBI. Déjenos tener privacidad. No es sana la obsesión, eso las convierte en algo peor que las sasesangs. No es saludable para sus mentes tampoco.
Estudien, sean algo en la vida y sobretodo, dejen de romperme las pelotas con los ships.
En fin.
Ecstasy es mi nombre de usuario.
Una vez que entro, claramente no hay nadie que me siga. Tampoco pienso seguir por seguir o ganar fama de forma inmediata con tantos escritores en la plataforma, no tengo tiempo para leer a gusto así que, primero escribiré mi idea en borradores.
Bxllshit botton.
Ese fue el que se me ocurre, «botón de mierda.»
—¿Qué haces, hyung?
Es Jung Kook. El maknae nunca pierde el tiempo para intentar molestarme.
—Escribo —espeto sencillo, contándole una verdad a medias, no voy a darle más explicaciones. Él tiene buena imaginación.
—¿Por qué?
Su curiosidad es genuina, pero, no en estos momentos no lo parece.
—Porque me da la gana. —Alcé mi vista, mostrándole una sonrisa cabrona y él devuelve mi gesto al estar acostumbrado a mi humor.
—Está bien, recuerde que hay que ensayar.
—Me tomaré una siestita, a la hora vuelve para despertarme.
—¡Bien! ¡Lo haré!
Él se pierde en el pasillo, seguro irá a jugar sus videojuegos.
