Wild Elves World Conquest

Prólogo

Abrí lentamente los ojos, estaba tirado en el suelo.

La fría piedra que tocaba mi piel transmitía una sensación de satisfacción a mi cuerpo.

Miré hacia el frente y vi los zapatos de una persona, inmediatamente intenté levantarme, pero mis pies no funcionaban.

Al girar, una gran serpiente estaba tragándome vivo, pero no me pareció extraño en absoluto. Mi cerebro decía -estás viendo tus piernas ¿no? - pero solamente estaba la cola de la serpiente.

Intenté mover la cola, y esta respondió a mi llamado, entonces, con la fuerza de mis brazos y la de mis... mi cola, me levanté.

Al hacerlo, algo en mi cuello parecía expandirse, curiosamente, toque para notar que mi cerebro decía -está todo en orden. Sip, un día más en la oficina-.

En mi cuello, como si fuese una cobra, estaba desplegando una suerte de capucha, que me hacía ver, cuanto menos, más grande.

"Tranquilo, no tienes de que preocuparte, no te haré daño sino todo lo contrario. Estas aquí para que yo no muera. Eres mi guardián de ahora en más"

Tales fueron las palabras de la persona delante de mí.

Él vestía un traje formal negro, tenía un pañuelo blanco en el cuello con forma de abanico, pantalones de vestir y zapatos negros.

Parecía demasiado formal para estar en frente de alguien como yo.

"Entiendo tu condición, no es la primera vez que lo hago. Mira"

Señaló hacia la parte de atrás, donde había un montón de monstruos de todo tipo y color.

"Son especialmente complicados los que tienen inteligencia, como tú -él continuó-, porque siempre hacen preguntas tontas como {¿Dónde estoy?} o {¿Que hago aquí?} Y bla, bla, bla"

"Entiendo, pero no necesito saber eso. Me estoy resecando, por favor, deme algo de agua rápido" le dije.

"¿Oh? ¿Así que eres acuático? ¡Ustedes! ¡Traigan agua inmediatamente y un estanque móvil para transportarlo!"

Gritó su orden. Luego de unos momentos, llegó el agua y mi estanque, al poner mi mitad serpiente en el agua, no sin dificultad, sentía como si mi verdadero ser estuviera deseando esto, entonces un shock me dejó en blanco.

Vi a un hombre caminando, un mar de arena le golpeaba la cara.

Ese hombre me miró y me dijo - ¿Dónde están tus amigos? ¿Esos, que dijiste que me protegían? ¿Esos, que dijiste que nunca abandonan a la familia? ¡Basura! me abandonaron, ¡robaron mis cosas y me tiraron en el desierto! Y aún estoy vivo ¡mírenme, soy-

Las palabras del hombre se interrumpieron por la tormenta de arena que se lo tragó.

Al abrir mis ojos, miré mis manos, estaban cubiertas de arena, mi sed se fue, pero algo gritaba en mi interior, gritaba, quería salir.

En ese momento un poder que solo puedo describir como mágico fluyó de mi cuerpo y me rodeó.

- Y aún estoy vivo- Las palabras roncas del hombre del desierto estaban fluyendo en mi cabeza dando vueltas y mi boca se movía espontáneamente, repitiéndolas- ¡Soy Aaron!