Una zorra más:

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Narra Ian:

Me termino de poner una franela azul pegada al cuerpo que marca mi abdomen y brazos.

Luego de mi "Conversación" con Ally me fui de la casa y entre a la mía.

-Chao Armando- digo y me despido con la mano del chico que fumiga mi casa.

Entro a la casa de Dylan y lo veo sentado en el sillón, me lanzo a su lado mientras esperamos que Ally baje.

Escucho pasos y me volteo.

Ally baja las escaleras con un vestido color rosa pálido, tacones negros y su cabello castaño oscuro suelto.

Inconscientemente sonrio.

-Vámonos- le digo a Dylan y camino hasta la puerta sin dejar de admirar a Ally.

***

Entramos a la casa y la música está a todo volumen, chicas se acercan a mi y se guindan en mis brazos, hacen comentarios de lo lindo que soy y mis tatuajes.

Veo a Ally correr hacia Luke y abrazarlo, camino hasta la barra sin ponerle atención a la fila de chicas que me persiguen.

-Dame un chupito de Vodka- le digo al barman y segundos después lo sirve.

Lo bebo y siento como quema mi garganta.

Narra Ally:

Bailo con Luke mientras me rió a carcajadas porque se burla de una chica.

-Ya callaté- le digo y golpeo su hombro.

Volteo y veo a Ian besar a una rubia operada, mi sangre se calienta y siento como hierve, la chica le desordena el cabello, el le toma el trasero y luego le manosea los senos.

Volteo mi mirada y siento violentas ganas de vomitar.

-¿Te sientes bien?, estas mas blanca de lo normal- dice Luke y toma mi rostro entre sus manos.

-Si, si, estoy bien- digo y sacudo mi cabeza.

Volteo de nuevo y veo a Ian caminar hacia la salida con la rubia.

Me relajo y continuo bailando con Luke.

-Voy un segundo al baño- dice en mi oído para luego irse.

Me quedo parada tomándome un coctel y luego siento que me aprietan el trasero.

Me volteo y veo a un gordo grasoso sonriendo sadicamente.

-Eres hermosa, muñeca- dice y toma mi muñeca.

Le doy un puñetazo y el cae al piso mientras sangre chorrea por su nariz.

Todos me miran como si estuviese loca.

Camino hasta la puerta y salgo azotándola.

Camino por las calles oscuras y solitarias hasta mi departamento.

Recuerdo que Ian duerme hoy aquí porque en su casa están fumigando y lo maldigo internamente.

Entro silenciosamente para no despertar a Dylan que se fue de la fiesta temprano.

Subo las escaleras con los zapatos en la mano y entro en la habitación.

Me cambio por una camisa de fútbol americano de mi padre que me llega a la mitad de mis muslos y entro en mi cama.

Oigo risas del cuarto de alado y mi ceño se frunce.

-Dios Ian- oigo que gimen.

Me levanto de mi cama y camino al cuarto de huéspedes, abro la puerta y miro por una rendija.

Me enamore del mismo idiota. (En edición)Where stories live. Discover now