Asink (#3 Mc Demons Kings)

Capitulo 9

Asink

— Vamos a casa — susurra mi novia. Nos fuimos juntos a despedirnos con los demás, pero Killian nos atajo en el camino al notar que nuestras manos están entrelazadas.

— Felicitaciones hermano — nos felicita, todos se quedan mirándonos luego felicitándonos.

— No nos vamos a ir nunca — murmura entre dientes mi novia.

— Concuerdo contigo. Tenemos que hacer algo — hablo y ella asiente, miramos a Caín le hago una seña para que nos ayude. Caín aclara su garganta para que todos les presten atención.

—¿Qué sucede? — preguntan todos al mismo tiempo.

— Antes de que todos se vayan también quiero decir algo, Violet y yo estamos juntos — anuncia con una sonrisa.

¿Caín con novia? Que raro es eso.

— No me miren sorprendidos, si tengo novia ¿De acuerdo? — dice bufando y cruza los brazos, todos le felicitan.

— Nos tenemos que ir, tengo que llevar a Sabrina en su casa — informo y todos asienten.

Minutos más tarde...

Entramos a la casa de Sabrina y empiezo a besarla hasta que nuestra respiración se dificulta y nos separamos, nos miramos unos segundos empezamos a besarnos de nuevo pero esta vez es un beso intenso lleno de desesperación empiezo a besarle el cuello.

— Asink... — gime mi novia. Se separo y observo sus ojos, ella muerde sus labios.

— ¿Quieres que siga mi lucecita? — pregunto.

— Si quiero que sigas cariño — accedo. Tomo a mi novia de la cintura, caminamos hasta su pieza cuando llegamos nos recostamos en la cama, le saco su y desabrocho su sostén empiezo a chupar sus pezones, escucho sus gemidos y sigo jugando con ellos.

Empiezo a esparcir por todos lados caricias y besos cuando llego abajo empiezo a sacarle la ropa interior sin previo aviso introduzco 2 dedos en su parte íntima

— Asink...— escucho sus gemidos de placer mientras se retuerce y agarra las sábanas, empiezo a quitarme mi bóxer y miro a Sabrina toda sonrojada.

Ella está nerviosa.

— Si quieres podemos parar Luz —hablo

— Solo Hazlo Asink — asegura, asiento empiezo a entrar en su interior al principio las embestidas son lentas

— Mas rápido — gime empiezo a embestirla más rápido hasta que llegamos al clímax

— Te amo — hablo mientras que acaricio su cabello y esta acostada sobre mi pecho.

— Te amo Asink — dice, observo que cierra sus ojos, beso su frente.

—Descansa, cariño — es lo único que digo antes de quedarme también dormido.

Día siguiente...

Me despierto por la luz que molesta, mis ojos se abren poco a poco para poder acostumbrarme, sentí que alguien abre la puerta de la habitación, miro a mi alrededor y observo que esta no es mi casa, es la casa de Sabrina.

— Buenos días — me saluda mi novia con una sonrisa.

— buenos días — devuelvo el saludo mientras me levanto de la cama y me pongo mi pantalón vaquero.

—Hice el desayuno — es lo único que dice antes de salir de la pieza, la sigo y nos vamos a la cocina.

— ¿Qué preparaste? — cuestiono

— comida — contesta en tono de burla, me acerco a ella y beso su cuello.

— Amanecimos muy bromistas hoy — expreso coqueto, ella se da la vuelta y besa mis labios cuando nos separamos, la observo a los ojos

— Que tentación más grande ahora mismo. Te quiero desayunar ¿ves lo que causas en mí? — manifiesto excitado, la alzo en la mesada de la cocina y me pongo entre sus piernas.

— Asink deberíamos parar. El desayuno se va a enfriar — dice en un tono agitado, pero ignoro completamente lo que dijo y comienzo a besarla en todas partes.

— A la mierda el desayuno — dice.

La Sabrina traviesa me encanta en estos momentos, es hora del segundo round.

Horas mas tarde...

No dejo de pensar en Sabrina, no dejo de pensar en lo que hicimos en su cocina y en su habitación.

— ¿Qué te pasa ahora? ¿qué tienes? — pregunta Caín.

— Nada ¿Por qué? — cuestiono con confusión

— Tienes cara de enamorado — dice con una mueca de asco.

— Es porque estoy enamorado, Caín. Sabrina me vuelve loco y no tengo miedo de admitirlo — admito y rueda los ojos.

— No puedo decirte nada porque también estoy así por Violet — comenta y bebe su cerveza.

— ¿Por qué pusiste esa cara antes? — indago.

— Me costaba admitir ahora ya estoy seguro de lo que quiero — menciona y se levanta de la silla.

— Aguante el amor — grita alejándose de mí y rio a carcajadas.

Este Caín está loco de remate.