Asink (#3 Mc Demons Kings)

Capitulo 15

Asink

Ha pasado un mes buscando a mi Sabrina y no la encuentro, estoy desesperado quiero saber cómo están, la extraño mucho a los dos. Escucho mi teléfono y miro la pantalla con el nombre desconocido

— Hola ¿Quién es? — pregunto al contestar enseguida el teléfono.

—¿Olvidaste de mi tan rápido? — cuestiona Astere.

— ¿Astere? — cuestiono y Killiam levanta su cara para estar atento a lo que dice la mujer.

— ¿Que le hicieron a mi esposa? ¿Dónde está ella? — interrogo con desesperación al escuchar que no contesta.

— Tu mujer está bien ¿De acuerdo? — es lo único que contesta antes de colgar la llamada. Maldigo y comienzo a tirar varias cosas hasta que Kilian me detiene.

— Tienes que tranquilizarte, Asink — me regaña mi hermano y lo miro con ojos llorosos.

— Quiero encontrarla — hablo con un tono entrecortado.

— tenerlos conmigo — digo llorando como un niño pequeño.

Caín entra enseguida a la oficina del prez, mira alrededor pero no pregunta nada.

— Sé dónde está Sabrina — confiesa, alzo mi vista hasta Caín para saber las noticias

— ¿Donde? — cuestiono

— Esta en el club de los Latinos Kings — informa.

— ¿Que esperamos? — indago, levantándome del sillón, me dirijo hacia la puerta de la oficina, para irme de una buena vez.

— Creo que tenemos que idear un plan para rescatar... — interrumpo dudando a Asim que estaba hablando

¿De qué me estás hablando?

— No voy a esperar más porque mi mujer esta allá embarazada de 7 meses, mi hijo está a punto de nacer — menciono con desesperación.

No quiero que les pase nada, prometí que protegería a mi familia y ahora tengo que salvarlos.

— No quiero que le pase nada —comento con un tono serio y enojado a la vez. Salgo del club, arranco mi camioneta y manejo lo más rápido que puedo hasta llegar el lugar.

Unos minutos mas tarde...

Mi hermano Asim, me siguió hasta el club Latins Kings.

— Espera, Asink tenemos que armar un plan para poder sacar a Sabrina de allí — me hace razonar.

— No me importa el plan, solo quiero a mi mujer y mi hijo que está adentro de ese club —acoto mientras saco mi metralleta de la camioneta.

Voy por ti, mi luz.

— Espera Asink no hagas ninguna tontería — grita Asim mientras corre hacia mi.

— Déjame en paz— gruño.

— no te dejaré solo en esto — es lo único que dice. Estoy frente al club Latins Kings, pateo la puerta del club y todos los hombres de allí dejan lo que estaban haciendo

— ¿Dónde está? — pregunto mientras apunto mi metralleta.

— ¿De qué hablas? — cuestiona un prospecto confundido.

— Secuestraron a mi mujer y le trajeron aquí ¿Dónde está? — digo empieza a ponerse nerviosos y tensos a la vez, en eso aparece el presidente del Club.

— Ven, te llevaré en donde esta tu esposa y tu hijo — indica serio, el presidente de los Latins Kings me hace pasar y miro a Sabrina con mi hijo en brazos.

Mi hijo ya nació.

— ¿Mi luz estas bien? ¿No te hicieron nada? — interrogo con desesperación, me acerco a ellos, examino a los dos y abrazo a los dos.

Estamos juntos de nuevo.

— No lo hicieron, pero tuve miedo- dice llorando y pone su cabeza en mi cuello

— Ya estoy contigo — repito varias veces, beso la frente de mi mujer e hijo. Observo al presidente.

— Muchas gracias — agradezco.

— Soy Arano — se presenta.

— ¿Dónde está Astere? — pregunto entre dientes.

— Escapó, no tuve nada que ver con lo que hizo — dice serio

— Si la encuentran pagará las consecuencias — advierto.

—Lo sé — admite.

Miro a mi familia y me voy junto a ella.

— Es hora de irnos — susurro en el oído de Sabrina.

— ¿Quieres cargar a Kal? — pregunta con una sonrisa, cargo a mi hijo y salimos del club, mis hermanos nos miran sorprendidos igual que a mi hijo

— ¿Me dejas cargarlo? — pregunta Asim

— No, déjame en paz — contesto sin quitar mi vista de mi hijo y mi mujer, sigo sosteniendo a mi hijo

— No seas amargado — se queja haciendo una mueca

— Él es mío, no tuyo así que déjame en paz —hablo serio.

— No seas así con tus hermanos, Asink. Deja que le conozcan a su sobrino — me reprende mi novia y ruedo los ojos, ellos se acercan comienzan los halagos para mi hijo, observo a mi mujer quien sonríe igual que yo.

— Es hora de ir a nuestra casa, cariño — hablo.

— Es hora de irnos — contesta y afirma.

Mi familia está completa; mi mujer y mi hijo.