Capítulo 4: el destino de Liosha.

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Los rayos de sol dándole de lleno en la cara fueron los que despertaron a una Roxana muy perezosa. La noche anterior olvidó bajar la persiana.

Como era sábado, no tenía prisa por levantarse así que se quedó acostada durante un buen rato en la cama. Escuchó a Martha pasar por el pasillo así que decidió levantarse. Durante la época de universidad, Martha trabajaba incluso los fines de semana para que Roxana pudiera centrarse en sus estudios. 

Roxana se levantó y salió de la habitación.

-Buenos días- saludó a Martha.

-Buenos días querida, espero no haberte despertado.

-No tía Martha, ayer olvidé bajar las persianas y el sol me despertó.

Entró al baño para asearse y luego se dirigió a la cocina para preparar su desayuno. Los fines de semana en los que tiene tiempo, Roxana desayuna con huevo frito, tostadas con mermelada y café.

Ya estaba terminando de desayunar cuando Martha se sentó en la silla junto a la de ella en el comedor.

-¿Está despierta mamá?

-Sí, pero hoy se niega a salir de la cama.

Martha parecía algo cansada. Roxana la tomó de la mano y se la acarició.

-No se que haríamos sin ti tía Martha. Deberías descansar.

La mujer se limitó a sonreír con una sonrisa muy cálida que se reflejaba en todo su rostro.

-Estoy bien Roxana.

En ese momento salió de su habitación un Liosha muy somnoliento.

-Buenos días- saludó a las dos mujeres.

-Buenos días- respondieron las dos al unísono.

Liosha entró al baño.

-Le voy a preparar el desayuno- dijo Roxana levantándose de la mesa.

Después de preparar el desayuno para su hermano, Roxana se dirigió a la habitación de su madre.

-Buenos días mamá.

Agnes se encontraba aún tumbada en medio de la cama de matrimonio sobre su espalda y con los ojos abiertos pero mirando al techo.

-Tienes que levantarte- Agnes no respondió -Bien, estaré en mi habitación por si quieres algo.

Roxana salió de la habitación de su madre y se dirigió al comedor.

-Hoy no quiere levantarse- le dijo a Liosha.

-Yo me encargo- se limitó a responder sin prestar mucha atención.

Se encontraba centrado en las noticias de la televisión, algo muy extraño ya que solo veía las noticias de deporte. En el telediario hablaban del incendio de una casa a las afueras de París. Habían muerto tres personas y una estaba muy grave con quemaduras en el noventa por ciento de su cuerpo.

-Pobres- murmuró Roxana.

Liosha se limitó a seguir mirando la televisión con atención.

Roxana pasó la mañana recogiendo y limpiando un poco su habitación y la tarde estudiando y repasando los apuntes de toda la semana. Ya eran las siete y sentía que le pesaban los párpados así que se levantó de su escritorio y se dirigió hacia la cocina para beber agua y pensar en que hacer para la cena.

-Yo ya me voy cariño.

Martha entró en la cocina portando su mochila y con la rebeca de lana gris abrochada.

Drogas, Amor y otros viciosWhere stories live. Discover now