Capítulo 1

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Mi madre tenía una florería desde antes de que yo naciera, recuerdo pasar toda mi infancia armando juegos de flores, aspirando polen, y combinando sus colores. No es que fuera de gran ayuda, pero me alejaba del mostrador-donde colocaban los ramos- y juntando mis manos como si fueran un marco fotográfico, encontraba la posición perfecta para exhibirlas a la venta. Se veían más bonitas de lo normal.

Pasó el tiempo y mi madre decidió que era hora de hacer algo más productivo conmigo. Y como le gustaba mi letra, me encargó escribir pequeñas dedicatorias en las tarjetas que añadíamos en un cordón a las flores.

A veces, eran fantásticas, llenas de amor y vida. En otras ocasiones, se trataban de dolor, arrepentimiento y tristeza.

Mis favoritas, como debe ser obvio, eran las que se obsequiaban en los cumpleaños, en festivales, graduaciones, aniversarios y sobre todo, en celebraciones de San Valentín y Navidad. Las parejas, los amigos o los familiares, se lucían esos días. Sus corazones hablaban, y aunque yo era la que escribía con esa tinta, sentía como sus latidos guiaban las palabras, se convertían en una preciosa dedicatoria.

Eric, como buen amigo que siempre fue, me iba a buscar a la tienda de flores para hacer tarea, para salir a caminar juntos, o simplemente ayudarme con lo deberes. Me dictaba el papelito y yo lo escribía con la mejor caligrafía posible. A veces, él parecía que me recitaba las dedicatorias fijamente a los ojos. Pero yo estaba tan ocupada en las tarjetas como para también mirarlo, no quería equivocarme.

Cuando aparecían las que no eran de mi agrado, él me abrazaba, recargaba su mentón en mi cabeza y decía que yo no iba a necesitar decir eso jamás, porque sí, yo era sensible y a veces lloraba cuando la gente se pedía perdón con flores, las palabras eran amargas, tensas, desesperadas. Y a veces era demasiado tarde para que la otra persona las leyera. Su muerte les rodeaba.

Pero Eric me reconfortaba. Me repetía una y otra vez que eso no me sucedería, porque yo sabía amar a todas las personas que conocía y hacía que ellos sintieron mi cálido corazón. Es un mentiroso.

Cada día voy a su tumba, le dejo flores diferentes y tarjetas que sé que no leerá. Me pregunto si llegó a sentir que lo amaba de verdad, no entiendo por qué vuelvo a revivir ese sentimiento de pena que surgía solo cuando escribía las tarjetas de joven.
Para mí era un pensamiento así: "pobre de esa persona que no le hizo saber su amor. Es demasiado tarde".

¿Y fue demasiado tarde para Eric y para mí? Creía que siempre estaba la sombra de Farid en nuestra relación.

Farid.

Farid sigue aquí, en la tienda de música.

Pero no está recorriendo los pasillos, tampoco mirando hacia los discos. Me observa tratando de descifrar mis pensamientos pero no se atreve a hablarme.

Limpio con mi dedo índice la última lágrima que quedaba en mis mejillas y por fin me dedico a mirarlo de lleno y sin temor. Alzo mis ojos para encontrarme con los de él.

Farid se acerca paso a paso, recarga sus manos en el mostrador y acerca su rostro a mis facciones. Este mueble de madera es lo único que nos separa para que nuestros cuerpos se fundan en un abrazo.

Lucho por no abrazarlo y llorar en su hombro. Pero sé que hacerlo no es lo correcto, él no me conoce, no sabe lo que he vivido y solo me tiene en su memoria por aquel momento cuando...

Farid se aleja de mi respiración. Sigue recargado pero ahora fija su vista en lo que está detrás de mí.

Sus labios se abren y por un segundo creí que pronunciaría un saludo, pero solo está leyendo en voz baja, inaudible, el cartel que tengo colgado en la pared.

"Te cambio un secreto por una canción"

Y Farid vuelve a sonreírme con complicidad.

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N/a: Si estás aquí después de tanto tiempo. Solo tengo algo que decirte:

Gracias. Gracias por seguir aquí, leyendo esta novela que abandoné hace dos años.

Debería disculparme, pero no lo haré. Tampoco justificaré mi ausencia. Solo necesito que seamos felices leyendo algo que creí que jamás retomaría. Oyeeeeeee, celebra conmigo. DE VERDAD.

Sé que no es la gran cosa para que esperaras tanto tiempo, pero según yo, te gustaría saber lo que sucederá adelante. Lo disfrutarías tanto como yo.

Feliz año nuevo 2019. 💕

Sol entre cancionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora