PABLITO • Ragoney •

44.

• Narra Raoul •

Me remuevo notando algo sobre mi cuerpo. Pero estoy tan cómodo que no abro los ojos, tan solo sostengo el agarre y hundo mi nariz en el olor que noto familiar, seguro y cálido. Dejo la mente en blanco y me dejo llevar unos minutos más por el sueño que aún no ha abandonado mi cuerpo.

No es hasta que una manos me acarician el pelo, con cuidado y mimo, unos roces sin querer hacerme daño, que abro los ojos para encontrarme unos oscuros, y una sonrisa amable, de paletas separadas y labios rosados.

Y me tomo la molestia de levantar un poco la cabeza, dejando a un Agoney confuso, esperando mi siguiente movimiento. Le dejo una caricia en la barba, y cuando ve a que me refiero, acoge mi mejilla en su mano y me devuelve el beso.

Dejo que abra paso con su lengua, con su pulgar acariciándome y su barba pinchándome. Y me separo para sonreír. Sonrío tanto que creo que sigo soñando y que realmente no está aquí, que no hemos hablado, que no somos novios.

Pero si somos.

- Bueno, que hay menores delante eh.

Aparto la vista de Ago para mirar a mi hermano, quien con una mueca socarrona tapa los ojos de Pablo.

- ¡Yo queriba mirar! ¿Que ha pasado?- Pablo se remueve entre los brazos de mi Álvaro, y caminan dando saltitos hasta que toca con las manos la cama, al lado de Ago.

Me sonrojo y me escondo en el cuello del canario.

Aún no es el momento de hablar con Pablo, aunque será pronto, porque estoy deseando que esto funcione. Pero no sería lo mejor que lo descubriera viendo como nos besamos, así de repente. 

Ni si quiera he tenido una conversación lo suficientemente seria para contarle que su madre y yo no volveremos a estar juntos, y no sé si entiende porque tiene que ir de una casa a otra estando los dos en la misma cuidad.

- No ha pasado nada Pablo, que estaban dándose un abrazo porque son mejores amigos, y se quieren mucho.- Se cruza de brazos en el pequeño sofá, y mira divertido la escena.

- ¡Yo también quiero!-  Pablo salta emocionado y le hacemos un sitio.

Se sube a la cama, encima de Agoney y deja un beso en mi mejilla y otro en la de Ago.

Después, en el lado contrario que yo, se acomoda abrazando a mi novio.

- Estáis para foto. Así que allá va.- Álvaro se ha levantado, y se sitúa en frente de la camilla. Cierro los ojos, pero oigo el sonido del teléfono y como ríe.

- Jo tete...

Pablo baja de la cama otra vez, y corre hacia Álvaro para ver la foto. Mientras, aprovecho para besar otra vez a Agoney y me acomodo mejor a su lado. Paso una mano por su pecho y es cuando llego al cuello que me fijo.

Arrugo la frente y le miro preocupado.

- ¿Estás bien?- Me sonríe, observo las arrugas de sus ojos y beso su barbilla esperando su respuesta. Él pasa el pulgar por mi mejilla y carraspea.

- Pues claro, eso te lo tendría que preguntar yo, ¿No crees?

- Es que... Tienes las manchas Ago. - Veo como traga saliva y temo haberla cagado sacando el tema. Sé que es una cosa que le incomoda, pero no quiero verle estresado y esas manchas son signo de ello.- No pasa nada, pero échate la crema y no te agobies tanto. Ahora ya estamos bien, ahora puedo ayudarte a curarte y a estar tranquilo. ¿Estas bien aquí conmigo?

Me muerdo el labio inquieto, pero él asiente muy seguro.

- No es tu culpa. - Aparto la vista para ver cómo Álvaro y Pablo siguen entretenidos con el móvil, seguramente viendo más fotos que habrá sacado a traición.- Tu no me has hecho nada...