La vida de Raoul cambia cuando decide dejar Montgat e intentar arreglar su matrimonio con Cristina y que su hijo Pablo no sufra una separación.
Pero claro, no contaba con conocer a un canario llamado Agoney, al que Pablito coge cariño enseguida y le...
Antes de empezar, hay una escena un poco subida de tono, no es nada del otro mundo, pero para que lo sepáis.
Espero que la espera haya merecido un poquito la pena💛
• Narra Agoney •
- Ago, apuestas, ¿quién muere primero? - Raoul se incorpora para llevarse una palomita a la boca y después se deja caer contra mi pecho de nuevo. Llevo mi mano a su pelo, y mientras lo peino con mis manos huelo el aroma del champú. Y sonrío. Huele a vainilla.
- La rubia, siempre mueren primero los rubios. - Levanta la cabeza para mirarme mal, y yo me echó a reír. - Es brometa. Lo de la rubia no, ella morirá.
Vuelvo la vista a la pantalla, pero siento unos dedos por mi barriga, que pronto se mueven haciéndome cosquillas. Será cabrón.
- Venganza. - Dice con una gran sonrisa, haciendo que me retuerza debajo suyo.
Olvidamos la película y me tiro encima de Raoul, cogiéndole de las manos para que se aleje de mi y tenerle atrapado.
- Malo. - Beso su frente. - Bicho. - Beso su nariz. - Pollito. - Beso sus labios.
Sonríe contra mi boca, y sus ojitos brillan contra los míos. Y buah quiero tanto a este chico.
Pero entonces escuchamos la puerta de casa abrirse, Raoul se pone nervioso y acaba dando una patada al bol de palomitas, volcándolo al suelo.
- Mierda. - Abre los ojos al darse cuenta del estropicio, mirándome a mí con las mejillas tornándose rojas.
- ¡Hola chicos! - Mi padre entra, y el rubio, para terminar de cagarla, se da la vuelta y cae encima de las palomitas, al suelo.
- ¡Ay! - Me asomo por el sofá, viendo como se soba el codo por el golpe.
- ¡Raoul! ¿Estás bien? - Mi padre le mira preocupado, pero yo empiezo a reírme una vez me aseguro de que está bien.
Es que me meo. Es súper torpe mi niño.
- Ago no te rías, ayúdame a levantarme. - Está súper rojo, así que le ayudo antes de que le dé algo.
- Hola papá, estamos bien tranqui. - Beso sus labios una vez se sienta en el sofá de nuevo. - Ahora recogeremos esto.
Suelto otra carcajada al acordarme, y me levanto a la cocina a por la escoba.
• Narra Raoul •
Recojo el bol de suelo, y meto algunas palomitas en él bajó la mirada de mi suegro. La verdad es que ha sido muy amable, y me ayudó con la sorpresa de Agoney junto con Glenda. Se ve que le quieren mucho, y eso me hace más consciente de lo que necesitaba Agoney venirse aquí para estar bien.
- Oye, ya he visto el regalo que le hiciste a Agoney.- El padre de Ago se sienta en el sofá, cogiendo una de las palomitas que han caído ahí y llevándosela a la boca.
- Sí, bueno. Es que le gusta mucho el Mickey...- Mi cara se vuelve roja, lo noto. Puede que piense que es una bobada, pero jo, siempre se quedaba mirando los peluches del Mickey, y para nada creo que los peluches sean infantiles. Solo... reconfortantes.
- Te quería dar algo.- Saca de su cartera una foto, y me la tiende. Yo la cojo extrañado. - Mira.
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