Park JiMin

3 0 0
                                    

Ya trataron de dañarme, no te preocupes por intentar hacerlo de nuevo.

He llorado por mucho tiempo, por muchas razones, pero nunca he tenido a nadie que seque mis lágrimas. O, bueno, no en mucho, mucho tiempo.

¿Serás tú esa persona? Por favor, quédate conmigo.

No me abandones como muchos hicieron, no me maltrates como muchos hicieron, no me grites como muchos hicieron, no me lastimes como muchos hicieron.

Arrúllame, acaricia mi cabello con delicadeza, dime que me quieres, por favor, es lo único que pido, ámame, acompáñame.

No sé lo que es el afecto ya, hace mucho que nadie me da nada, quiero sentir que alguien me quiere, un abrazo, un beso, una sonrisa de verdad. Algo.

Hace tanto, tanto tiempo sentí dolor físico por última vez, cuando tenía gente a mi lado era tan feliz, esa gente me amaba y yo los amaba a ellos, pero ahora no hay nadie.

Recuerdo que yo un día estaba con mi familia, y al salir de mi hogar por un momento infame y cruel, ya nunca pude volver a ver a nadie que me amara. Esa gente nunca más me dejó volver.

Esas personas me tomaron por atrás y todo se manchó de negro. Cuando desperté, había personas a mi alrededor, pero ellos no me amaban, ellos me estaban haciendo daño.

Recuerdo una cadena en mi cuello que no me permitía acercarme a ningún lugar que pudiera parecerme seguro.

Recuerdo risas de las personas que me hacían daño, que me decían cosas horribles.

Me pregunto si mi familia trató de encontrar un resto de mi entre la sangre que esas personas arrancaron de mis entrañas, si quisieron verme por última vez y decirme que me querían. Lo deseaba, deseaba tanto un último deje de afecto.

Pero no sucedió.

Mi memoria se deshace cuando trato de ponerle fecha o tiempo, no sé cuánto estuve en esa misma habitación que se grabó mi llanto en las paredes y mi huella en el suelo, pero no importa, porque al final ese tiempo terminó.

Estaba tan desesperado por llenar mi estómago con algo, el dolor era horrible en cada parte que esas personas habían quemado con sus manos sucias y nefastas.

El agotamiento era demasiado, el dolor, el abandono me estaba llevando al límite.

Y por fin, todo terminó.

Pero estoy desdichado, no he sentido amor desde que me separaron de mi familia, quiero sentir amor, ámame.

Ven conmigo, quédate por siempre. No debes decir nada, sólo un poco de aprecio, y ya, sólo eso.

Si me amas, yo te amaré y no te dejaré ir.

Ámame. Ámame. Ámame.

Ven a visitarme.

Ven a verme.

Estaremos juntos.

No quiero llorar más.

No tengas miedo, por favor, no escapes, quédate.
.
.
.

Nunca te irás.

FatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora