❝BABYGIRL❞ 「Jeon Jungkook 」

O1

Estaba en mi habitación viendo una serie "infantil" porqué no había nada interesante, esa tranquilidad se fue cuando mi padre entra a mi habitación de un portazo y de una solo jalon me agarró mi brazo causando que me doliera. Este tenía un olor en su boca fatal (como de costumbre) y me gritó en toda la cara haciendo que me asustara más de lo normal.

- Otra vez vienes de perra teniendo relación no cualquier hombre de la calle ¿no?

Estaba otra vez borracho, me asusté tanto que no tuve tiempo de reaccionar de su agarre y menos de su pregunta pero el me agitó para que respondiera.

- No estuve con... Nadie papá, enserio.

Dije con mis ojos cristalizados, eran todos los días de tormenta en donde me decía lo mismo.

- ¿Me vienes a ver la cara de estúpido? Me imagino lo arrastrada que eres con cualquier hombre.

¿Arrastrada? ¿Perra? No era mi esposo, ni un amigo, era mi propio padre, el hombre que me sostenía mi brazo con tanta presión que provocará que llorará. No salía de aquí para que no creía, no pude tener amigos por la razón de los chismes del barrio. En ocasiones, no quería salir de mi habitación, no solo por mi padre, por todo ; hombres me miraban muy obsceno, adolescentes como mi edad como hombres muy mayores a mi edad, considerando a viejos que les gustaban a los menores. Me sentía sucia al salir.
No me considere una persona linda ni mucho menos sexy, preguntando que era de esos chismes.

- No he salido de aquí hace mucho, padre.

- ¿padre? Nunca sería padre de una zorra como tú.

Ignoró lo que dije y me miró con asco, estaba destrozada por todo lo que me pasaba, odiaba mi adolescencia, no pude estudiar ni ayudar a mi madre por deberes de la casa porque lo mismo. Mi madre, era con su mirada brotes a, no me decía nada pero como dicen... No es necesario las palabras si lo demuestra con sus acciones.
Estaba en su grupo de personas que decía chismes, era uno de esos muchos chismes y ella se lo creía, era ingenua, todo el mundo de aquí lo era. De niña, mis padres nunca me leyeron un cuento, estaban trabajando y no tuve ni una caricia, estudie en mi niñez pero cuando llegué a mi adolescencia un día para otro vi que gente me miraba de otra forma, solo teniendo 15 años tuve un novio que por mi vista era amable y dulce conmigo pero un día el me tocaba de una forma incomoda para mi hasta llegar a casi abusar de mi pero lo impedí lo aquello. Ese momento, todo se transformó en un infierno para mí ya que así fue el chisme de mi que me había acostado con él teniendo 15 años.

Mis padres cayeron en eso, me vieron al fin, no era invisible pero de esa mala forma de asco. Me notaron si pero si fuera de esa manera prefería mil veces no ser vista por nadie.

Me senté en una esquina de la habitación, teniendo mis ojos rojos y mi cara roja e húmeda por las lágrimas; llegó la noche y estaba ahí pensando en todo, cansada de todo así que pensé... ¿Me voy? ¿No sirvo aquí? ¿Yo siempre seré su saco de boxeo cuando estén enojados por no tener trabajo? Termino mi sufrimiento pero... ¿Donde iría? No tengo amigos ni mucho menos dinero para estar en un hotel temporalmente. Pensé.
Mi desesperación impidió pensar tanto así que solo me salí en unas de mis ventanas de mi habitación, fui tan impulsiva que no pensé en mi ropa con el clima que era lluvia y el frío que invadía mi cuerpo totalmente. Solo tenía una camisa sin mangas blanca y sin brasier con un short algo corto azul oscuro con solos tenis blancos algo sucios.

Rompí de llanto nuevamente por lo que hice, era lo único que tenía, ni familia ni amigos, solo la luna y la lluvia los tenía de mi lado lamentablemente.

Estaba solo este lugar, no había ni luces de carretera algo que era inusual y no había gente borracha o drogadicta que usualmente había en diferentes calles de este lugar en las noches.