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[Parte 3]

Adrien se dio la vuelta, viendo a Luka alzar la cabeza en forma de saludo hacia él.

—N-No, puedo llevarte yo. No tengo problema.

—¿Y dejarla sola?

—No me importa.

—¡Adrien! —Ambas mujeres reclamaron. —Lo siento, pero no lo apruebo. —Dijo la menor. Apretó la mano del menor y lo arrastró consigo hasta el de mechones azules. —Siento mucho que hayas tenido que ver eso.

—Descuida. Suele pasar. —Ella asintió.

—Tal vez no me escuchaste.

—¿Que yo te llevaría? ¿A dónde?

—N-No me hagas caso. Sólo era para zafarme de allí.

—No tengo problema con llevarte a casa.

—¿En serio? —Él asintió, haciéndola sentir aliviada.

—Sólo espera a que me den mi orden y nos vamos. —Tomó las llaves de su auto, dándoselas. —Está a un local a la derecha.

—Muchas gracias. —Plantó un beso en su mejilla, saliendo con Louis del restaurante.

—Oye- ¡Adrien! —Kagami se arrodilló sobre el asiento, recibiendo toda mirada de la demás gente al verla exigiéndole al rubio, quien se dirigía a la salida a perseguir a la menor. Claro que de no ser por que Luka se interpusiera en su camino.

—Muévete.

—Adrien, escucha. —Comenzó a hacer tiempo para su orden. —Tal vez no sepa de qué hablaban, pero mira. Conozco a ______ desde hace más tiempo que tú y mejor... Insistirle no va a llevarte a ningún lado. Le desespera eso, cree que la gente así... es fastidiosa. No te recomiendo que comience a odiarte, no es muy amigable cuando se enoja. Pero lo linda jamás se le quita.

Eso no le interesaba saber de su parte, y su ceño fruncido al escuchar lo último lo demostraba todo.

—Muévete, por favor.

—Claro. —Tomó la bolsa de su pedido que la rubia le entregó, sonriéndole. —Fue un gusto haber hablado contigo.

Salió primero del restaurante, dándose cuenta de que los menores ya se encontraban dentro de su auto.

Adrien no podía salir del restaurante al menos que hayase pagado la cuenta, y era obvio que la azabache no lo haría. Ella lo siguió hasta el exterior, deteniéndose junto al auto del rubio cuando vio que corrió hasta dónde la joven se encontraba.

Golpeó la ventana para llamar su atención, causando que se sobresaltara.

Le pidió a Luka que bajara la ventana para que pudiesen hablar.

—¿Qué?

—Escucha, no tienes que hacer esto.

—¿Por qué insistes? No me molesta que Luka me lleve. De hecho, queríamos hablar. Podemos aprovecharlo.

—______.

—¿Te preocupa Louis? Puede quedarse contigo si quieres.

—¡No! Yo quiero estar contigo. —Exclamó el menor, quien se encontraba sentado atrás en el asiento de en medio. —Además, ya me amarré.

—Estará bien, no te preocupes.

—No me preocupa eso... —Desvió la mirada.

—¿Entonces? —El rubio miró al mayor, haciéndole entender. —¿Luka? En serio, por favor, no empecemos con esto de nuevo.

𝑩𝒖𝒔𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒖𝒏 𝑷𝒂𝒅𝒓𝒆 [ Adrien Agreste ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora