Capítulo 4: Demasiado cerca

10K 525 31
                                    

A una semana de la llegada de Lucas aun no me acostumbraba a su perturbadora presencia. Al menos seguía dejándome sola a la hora del almuerzo, cuando por fin tenía un respiro y podía conversar con Fanny. Además, después de clases seguíamos juntándonos algunos días en mi casa para escribir. Cuando me quedaba sola saboreaba esos instantes de paz porque al fin podía dedicar el tiempo al ocio, pero cuando tenía tarea solicitaba los servicios de mi extraterrestre personal.

-Lucas –Llamé una vez más.

Apareció junto a mi escritorio con una sonrisa.

-¿Tarea de…?

-Matemáticas.

-Ah, veamos… -Puso una mano en el respaldo de mi silla y se inclinó para ver mejor mi guía de ejercicios – Esta guía la desarrollamos en clases, deberías tenerla completa.

-Sí, lo sé…es que… -Bajé la mirada porque si levantaba la cabeza para mirarlo estaríamos demasiado cerca – estaba cansada y no terminé los cinco últimos ejercicios.

No podía admitirle que no los terminé porque luego de que Lucas me explicara un ejercicio perdí la concentración. Eso pasaba cuando él estaba tan cerca de mí.  Últimamente me ponía más y más nerviosa, pero siempre parecía no notarlo. Por más que yo quisiera ser indiferente no podía porque era imposible que un chico así pasara desapercibido. No lograba parecer despreocupada ni podía actuar con naturalidad. Siempre estaba nerviosa, pensando más de la cuenta y, sobre todo, pensando en él cuando se iba. Cada vez que lo llamaba y Lucas reaparecía mi corazón emitía una leve punzada y mis mejillas se coloreaban levemente.

-¿Sabes cómo hacerlos? –Me preguntó, sacándome de mis pensamientos.

-Eh…claro, creo que sí. Pero no te vayas…por si te necesito –Mi voz vaciló un momento, nuevamente no me atreví a mirarlo.

-Bien –Lucas fue a recostarse en mi cama de un salto y prendió la televisión. Siempre se quejaba de lo mala que era pero la veía de todos modos. Sus canales favoritos eran los de música. Ahora yo también sabía un poquito de él, pero aun no decidía si eso era bueno o malo para mi confusión.

Intenté concentrarme pero me costó los primeros cinco minutos, mientras Lucas iba pasando de canal en canal. Luego de 30 minutos terminé los cinco ejercicios y pude suspirar aliviada. Levanté los brazos y estiré mi espalda. Después de un día en la incómoda mesa-silla de la escuela tenía que pasar otro rato en mi escritorio. Me levanté al mismo tiempo que bostezaba y me acerqué a mi cama, donde se encontraba Lucas tarareando una canción. Como todo en él era perfecto hasta cantaba bien.

-Debo admitir que los humanos son los mejores músicos que conozco.

-¿Entonces conoces otros aliens? –Pregunté emocionada.

-No nos llames así –Dijo sentándose en mi cama –, pero si hay otros.

-Wow.

-Ven aquí.

Y como yo seguía pensando en el infinito universo y todos sus misterios no me di cuenta cuando Lucas me tironeó del brazo, me agarró de la cintura y me pasó por sobre él hasta que caí a su lado, quedando aprisionada junto a él. El contacto contra el costado de su cuerpo me quemaba, mis piernas habían quedado enredadas en las suyas y, con todas mis fuerzas, procuraba mantenerlas rígidas y no hacer ni un movimiento. Mis mejillas ardían cada vez más a medida que Lucas mantenía su brazo por detrás de mi cuello a modo de almohada y me acariciaba el hombro. ¡¿Cómo en un segundo había llegado a esta situación?!, ¡¿qué había hecho para ocasionar esto?! Bueno eso debería dejarlo para algo negativo, pero igual. Ahora estaba tan nerviosa que no sabía qué hacer, ninguna película, libro, revista o Fanny me habían preparado para esto. Lo peor de todo es que lo minutos pasaban y Lucas no decía palabra. Yo, al menos, no era capaz de hablar.

Un novio de otro mundo #1: DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora