Capítulo 8

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Jared

Por fin el momento que tanto había estado esperando, me moría de ganas de empezar.

Miré a Nathan con una sonrisa en el rostro. La expresión de Nathan era diferente a otras veces, esta vez no se veía asustado, y tampoco ponía resistencia.

Aprovechando que Nathan estaba tan calmado, decidí seguir con mi trabajo.
Con una mezcla de lentitud y desesperación comencé a acariciar su cuerpo, levante sus manos y besé su pecho. Nathan seguía quieto, aunque por ratos su cuerpo se estremecia cuando tocaba las partes más sensibles de su cuerpo.

-- Que lindo eres cuando obedeces -- dije mirándolo a los ojos para después besar con más pasión sus labios.

-- Mnng -- Nathan gimio en medio del beso, cerrando un poco sus labios y en consecuencia mordiendo suavemente mi labio inferior.

Me separe de él y desabroche su pantalón, lo quité y en seguida su ropa interior. Metí mi mano entre sus piernas y comencé a moverla.

-- Ahh mm ah es-espera -- la respiración de Nathan se entrecortaba al ritmo que movía mi mano.

Mientras mi mano hacía su trabajo, bese de nuevo su pecho, dejando pequeñas mordidas a mi paso.

-- Ahh Ja-Jared ahh -- el cuerpo de Nathan se estremecia cada vez más, lo que causó que perdiera el control y moviera aún más rápido mi mano. -- Ahhh s-si ahh -- unos movimientos más bastaron para que Nathan se corriera manchando mi mano y parte de su abdomen.

Me levanté un poco y miré a Nathan, seguía con la respiración agitada y estaba sonrojado. Lentamente lami mis dedos, probando su delicioso sabor.

Parecía que Nathan estaba a punto de dormirse, pero no podía dejar que lo hiciera, así que rápidamente quité mi ropa y separé sus piernas. Sin avisarle metí mi miembro y comencé a moverme rápidamente

-- Ahhh no Jared, de-detente d-duele

-- No me detendre, sólo relajate -- levante un poco sus piernas y seguí moviendome alternando entre movimientos lentos y rápidos.

Después de unos cuantos movimientos más parecía que ya no le dolía a Nathan, ahora estaba gimiendo de placer.

Aumente más el ritmo, sentí que estaba por terminar, así que seguí más rápido.

-- Mnng ahh -- el placer recorrió mi cuerpo y me corrí dentro de Nathan, haciendo que él se corriera por segunda vez.

Por un momento ambos nos quedamos quietos y en silencio, recuperando la respiración.

Cuando ya podía respirar con tranquilidad, saqué mi miembro de Nathan, miré como el semen salía de su interior y resbalaba por su piel.

-- Necesitas un baño -- dije comenzando a levantarme de la cama y poniéndome de pie.

Cargué a Nathan en mis brazos. Lo llevaría a darse un baño, y por su puesto, yo también necesitaba uno, así que lo mejor sería bañarnos juntos.

Aún eres míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora