La Verdadera Historia de Harry Potter

Capítulo 47

-Se han escuchado muchas cosas sobre ti, Harry Potter.-Comentó el chico ruso modulando su acento, aunque sin conseguirlo. Harry sonrió ante eso recordándole a Krum cuando le conoció y le miró algo curioso ante lo dicho.

-Espero que no sean cosas malas y que no te creas todo lo que dicen.-Aclaró Harry guiñando un ojo a Luna y esta le sonrió suave yéndose a su mundo de nuevo. Dante rió fuertemente sorprendiéndole por la fuerza.

-Tranquilo, solo cosas buenas y no me han decepcionado.-Informó Dante con un sonrisa ladina. Harry se sonrojó ante el descarado coqueteo pero sin querer creerlo y carraspeó sin saber qué decir.

Harry notaba una mirada persistente en él, así que de manera rápida se giró y vio a Draco, sonrió suave y le saludo. Dante vio la interacción y elevo un poco las cejas al ver como Draco le dio una disimulada mala mirada.

-Ese es un amigo nuestro, Draco ...-empezó aclarar Harry queriendo no ser maleducado pero Dante le interrumpió.

-Malfoy, lo sé, le conozco. Hemos coincidido en fiestas de ministerios.-Aclaró el chico ruso.

Harry y Dante siguieron hablando, viendo que tenían en común el quidditch. Estuvieron en una charla intensa en la que Dante seguía con sus sonrisas ladinas y miradas cargadas, que provocaban el sonrojo de Harry.

La mañana se paso rápido para Harry con los chicos conociendo a Dante, aunque juraría que hubo momentos en que los ojos del chico eran de color amarillo en vez de ser de castaño claro. Aunque Harry deshecho la idea porque sería por culpa de la luz.

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Mientras tanto Marvolo, estaba en su despacho finiquitando los últimos detalles de su plan para poder descalificar a Dumbledore y poder renovar su imagen completamente.

Con un toque de varita, unos hilos plateados se movieron hacia unos tubos cerrándolos con corchos, poniendo las fechas en las etiquetas, una carta sellándola.

Unos toques en su puerta le alertaron de que a quien había hecho llamar ya estaba aquí. Abrió la puerta con un movimiento de la mano, y se adentró un hombre de pelo grisáceo, bajito, delgado, y vestido de tonos azules. Se sentó en una de las sillas de enfrente de Marvolo.

-Icarus Guyx, hacía tiempo que no nos veíamos.-Saludó Marvolo con una sonrisa amplia y fría, Icarus correspondió con una sonrisa de la misma manera.

-Muy cierto Marvolo, aunque para algo me habrás mandado llamar.-Sentenció Icarus incitando que la sonrisa de Marvolo se ampliase un poco más y soltase una pequeña risa seca.

-Obviamente, me gustaría que le llegase esta información a la señorita Skeeter. Lo más rápido posible.-Aclaro mientras con la varita atraía las cartas selladas, arrugadas e incluso inconfundiblemente parecía antiguas con tubos con fechas en las etiquetas.

-Y claramente yo seré testigo de...-Comentó Icarus mientras leía por encima las cartas hasta quedarse callado del asombro.

-Del descubrimiento de Marvolo Slytherin, hijo de Lord Voldemort.- Informó algo sorprendido el hombre mientras se guardaba toda la información en su maletín mágico. Icarus, asintió firme accediendo al trabajo que se le concedía. Continuaron hablando de negocios hasta que se despidieron a la hora.

Marvolo, se recostó en su sillón pensativo ante la reacción de Harry al saber de esta información y sabiendo que le reconocería fácilmente por el hecho del anterior viaje astral que tuvo.

Pensar que Harry sabría la verdad, le producía una mezcla de sentimientos que hacía mucho tiempo que no sentía.

Tanto que deseaba que James estuviese ahí para que él se enfrentase ante la situación. Aunque a la vez quería verle, saber cómo es en realidad, y no lo que el viejo ha querido que el mundo sepa sobre su pequeño, sobre su hijo.