Primer Arder (parte 3)

134 6 0
                                    

Teresa esa misma noche se enteró de la infidelidad de su esposo, y no fue por Aris, sino que por su hijo quien había leído ya la noticia. Ella luego de leer lo que pasaba, sin ninguna palabra fue hacia la habitación que compartía con Thomas y se quedó ahí encerrada.

Eso hasta que Thomas salió de su estudio, y al notar como lo veía su hijo Chuck* sabía que su familia ya se había enterado. Así que cuando entro a su habitación vió a Teresa sentada en la orilla de la cama con una montaña de papeles encima de esta, y al acercarse se dio cuenta que eran cartas de las que él le escribió para conquistarla, también se dió cuenta que estaba llorando.

Teresa al notar la presencia de Thomas se paró y le dió la espalda y arrojó el panfleto al suelo.

Guarde las cartas que me escribiste —empezó a hablar Teresa—. Desde el momento en que te vi sabía que eras mío, dijiste que eras mío, pensé que eras mío.

En eso Teresa se dirigió a su armario donde arriba de este estaba una cajita con todas las otras cartas que Thomas le había escrito, y poco a poco las veía, otra vez al borde de su cama dándole la espalda a Thomas, y las dejaba con las demás que tenía sobre su cama.

¿Sabes lo que me dijo Aris cuando le dije lo que hiciste? —volvió a hablar mientras Thomas se tensaba por esto último—, me dijo: "te casaste con un Icaro, él voló muy cerca del sol".

Thomas se le acercó y puso su mano en el hombro de Teresa a lo que ella rápidamente la quitó y por fin le hizo frente mientras se alejaba algunos pasos de él

¡No! Des un paso más a mi dirección, no puedo confiar cerca tuyo —le dijo bastante molesta, y con lágrimas en sus ojos, pero al fin podía ver todo lo que era Thomas y la fachada que lo cubría ya no le serviría, al fin sabe quien es en realidad su esposo—. No pienses que puedes venir a mis brazos ¡a mis brazos!

Pero Thomas por un momento no vió a Teresa, sino que a su amado Newt, y le empezaron a salir algunas lágrimas, podía imaginarse la cara de dolor de su chico. ¿Cómo habrá reaccionado él? ¿Lo podrá perdonar algún día?

Estoy quemando las cartas que me escribiste —solo así fue como Thomas notó lo que hacía todo ese tiempo con las cartas Teresa, trató de detenerla pero ella lo empujó para que no se atreviera a hacer algo—, puedes quedarte ahí si tú quieres, no sé quién eres, tengo mucho que aprender. Estoy releyendo tus cartas y las veo, arder...

Y así Teresa acercó una carta al fuego y la quemaba frente a Thomas. Pero él no veía a Teresa, él solo podía pensar en Newt.

Arder...

Y por un momento fue como si las llamas se levantaran al rededor de Teresa mientras seguía quemando cartas. En eso Thomas se levantó de donde estaba y trató de acercarse nuevamente a ella. Pero ella tiro la carta que tenía en la mano y recogió en panfleto, de nuevo le hizo frente con una cara de odio y decepción.

Publicaste las cartas que te escribió —habló nuevamente mientras acorralaba a Thomas y le aventaba el panfleto con tanta furia—, le dijiste al mundo como metiste a esa chica a nuestra cama —ahí fue como Teresa lo agarro del cuello de su camisa, pero no solo eso, sino que Thomas por un momento vió a Brenda tras ella, indefensa, como él día que toco por primera vez a su casa—. Limpiando tu nombre, ¡arruinando nuestras vidas!

Y por fin lo soltó y se alejó un poco de él, aun haciéndole frente. Thomas aunque estaba débil por esto último aun así se volvió a incorporar.

Que el cielo prohíba los susurros de alguien —y detrás de ella vio a Aris con su misma cara de asco hacía Thomas que le brindó esa mañana—. "Es parte de un plan" —dijeron Aris y Teresa al unísono.

One-Shots Newtmas/DylmasWhere stories live. Discover now