Capítulo IV

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Corrió a los baños y se quedó en uno de los cubículos encerrado por si alguna valiente se atrevía a entrar al baño de hombres.

Esto ya era muy insoportable.

Las chicas lo perseguían y alagaban, o le regalaban cosas... Pero a veces sus regalos eran algo extraños y ostentosos para él.
De repente escuchó sollozos, uno y otro y otro y otro... Se escuchaban bajitos pero claros, como si estuviera cerca. Salió de su cubículo y en ese mismo momento cesaron.

–¿Hola?

Vio una puerta cerrarse y en silencio se acercó un poco.

–Idiota, idiota... –Escuchó una voz familiar susurrar.

–¿Malfoy?

Nadie respondió.

–¿Estás bien?

–No metas tus narices en todo esto, San Potter, mis asuntos son míos

–¿Estás bien?

Se quedó unos minutos en silencio y al no obtener la respuesta que quería se marchó, dejando "más tranquilo" a Draco.

Y se fué.

De vuelta a la luz | Harco [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora