Capítulo LXI

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Quizá su sonrisa no era real, quizá aún estaba demasiado roto como para poseer dentro felicidad propia, pero se estaba esforzando. 
Harry también lo intentaba, quería que un día no necesitara ayudarlo más y poder vivir ambos en paz, juntos tal vez. 
Harry miró a su lado a Draco, quien miraba el cielo estrellado, acostados sosteniendo sus manos. Ambos se habían escapado, Draco estaba más que dispuesto a esto, pues significaba no tener que soportar una noche solo. 
El moreno con una de sus manos giró el rostro de Draco hacia él y se quedaron viendo mucho tiempo. Tanto tiempo que lograron perderse en el otro. 

–Eres la persona más maravillosa que he conocido, no sé cuántas veces te lo he dicho y no sé cuántas veces más lo diré, pero es que lo eres –Le dijo algo bajo.

Draco dio vuelta a su cuerpo hacia Harry y le sonrió intentando que se notara la diferencia entre todas las sonrisas anteriores fingidas y esta que era real. Una lágrima se resbaló por su mejilla y luego otra y cada vez más. Ambos se sentaron frente al otro, con sus piernas recogidas, sus manos entrelazadas y sus labios juntos, en un vaivén lento y lleno de amor.

Era en esos pequeños instantes donde Draco se olvidaba de todo lo que lo hacía sentir mal, se olvidaba de aquel pensamiento de insuficiencia que lo atormentaba y se sentía completo.

Esos pequeños instantes en que Harry lo hacía sentir todo con tan poco, podía ser feliz aunque fueran unos segundos.

De vuelta a la luz | Harco [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora