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"¿Vas a renunciar a ella?"

"(¿QUE?)"

*

El tren de las 10:45 estaba a punto de partir. Las hojas en el viento, sólo traían un poco de drama romántico a la mañana del quinto sábado del mes. Urie sabía que más temprano que tarde, aquello sucedería. Lo supo, desde que Tooru plantó ambos pies en el centro del living del Chateau y se juntó de un coraje sutil, recubierto de una mirada desinteresada, pero al mismo tiempo llena de emoción y un poco de tristeza, muy en el fondo. Urie recuerda aquel día y algo dentro de su estómago se remueve sospechosamente genuino.

—Me trasladaré al área rural.

Ella mencionó con determinación cada palabra de su frase, para finalmente añadir que su escuadra resultaría ser compuesta por Hogi y el discípulo Shinsanpei.

Urie no dijo nada. Nada que fuera interesante o asombroso, algo que siquiera hubiera pensado con detenimiento. Unas cuantas palabras como buen augurio, y pronto ir a dormir. Claro que la noticia era conmovedora para los Qs de primera generación y sin embargo, Saiko, la niña de los ojos centelleantes no paró de emitir palabras sentimentales, repletas de entusiasmo, alegría y por sobre todo orgullo. Lo mismo se oyó por parte de Higemaru Touma y Chin-li Hsiao.

Pero de Urie nada. Más sus miradas se cruzaron unas cuantas veces, una tratando de buscar el error y la otra revisando una lista de posibilidades perdidas. Una larga lista mental de situaciones, de fiestas en el Chateau hasta las 3 a.m  y de citas en la cafetería de Kirishima.

El tiempo se agotaba y él era incapaz de abrir la boca. Incapaz de felicitarla adecuadamente, sinceramente. Incapaz de corresponder a su mirada apenada.

Y aunque acudió a cada fiesta diaria emprendida en honor a Tooru, a su ascenso y a su traslado, Urie simplemente parecía un buen fantasma, cumpliendo como un simple observador. 

Oprime el vaso de plástico que tiene en su mano derecha, sus ojos sólo ven la sonrisa traviesa de Tooru entre tantas risas y palabras mudas de Aura Shinsanpei.

Se había jurado a sí mismo, no volver a mencionarse aquel hecho, no volver a pensar en Tooru de aquella manera. Se lo había prometido desde el fondo de su corazón, solamente para ver esa sonrisa a la distancia.

Entonces, Tooru mantiene una pequeña conversación con Saiko y Higemaru, de temas triviales, como que mantuviera al tanto a la pequeña neet, de las actualizaciones de manga que se ponían a la venta y que investigara por ella, cuantos restaurantes de okonomiyaki habían a la redonda, que tal vez la próxima vez que se vieran seguramente irían todos juntos a comer en alguno de ellos. Hsiao habla de algunos sitios que sería bueno visitar, ya que había estado investigando acerca de aquella prefectura.

Escuchar la risa de Tooru era algo refrescante, algo encantador. Se vio de nuevo en silencio y tan alejado de la conversación, que siquiera reparó en la larga mirada que le dedico Tooru antes de subir al tren, ni los llantos desconsolados, pero felices de Saiko blandiendo un pañuelo blanco en forma de saludo.

Una sombra oscureció el rostro de Urie, de momento a otro. Salió violentamente del trance, como si le hubieran aventado una cubeta de agua helada. Más al reaccionar ante la mirada de Aura, no dudo en mostrar su semblante más serio y expectante.

— Espero el trabajo les sea leve, por favor esfuércense mucho.

— Gracias líder—Demostró su respeto a través de una pequeña reverencia— Me encargaré de que así sea.

Urie dio una leve reverencia y tomó un poco de aire sutilmente. Rápidamente, se aseguró de que nadie de sus cercanos compañeros estuviera cerca. Luego volvió a encarar a Shinsanpei, para poner una mano sobre su hombro.

— Tienes que prometerme, que cuidaras muy bien de tu líder.

El rostro de Aura se deformo de pronto. Urie lo miró algo extrañado, puesto a que el muchacho no solía mofarse de nadie, en general. Más casi pudo sentir el silbido de una risa sardónica queriendo escaparse de su boca.

— ¿Me está diciendo...que renuncia a ella definitivamente?

— ... (¿Qué?)

— ¿De verdad?

— No.

La conversación que había comenzado con tonos suavizados de voz, saludos cordiales y diplomacia digna de caballeros, se estaba transformando en una batalla silenciosa de miradas pesadas y densas, de palabras filosas si era mencionadas y letales si eran ignoradas.

— No lo malentienda líder. Yo sólo hice una simple pregunta. ¿Acaso duda de las habilidades de Tooru?

Ahí estaba nuevamente pronunciando su nombre de pila con tanta soltura, con tanta familiaridad.

— Claro que no. Yo no dudo de ella y de sus habilidades en batalla. Sólo que Mutsuki, siempre fue algo frágil y yo solamente...

— En ese caso... yo seré el que la proteja de ahora en más.

La mirada que había penetrado los ojos de Aura, término recayendo al suelo y el anuncio final de que el tren estaba a punto de partir, advertía la conclusión de tal altercado oral. Aura sonrió de lado triunfante, algo no iba bien. Urie vio la espalda del muchacho alejarse.

— Sí no quieres que otro lo haga, deberías abrir la boca líder. Esfuérzate para ser el único que lo haga.

Una mano del muchacho chino se vio levantada al aire y sin siquiera reparar en el receptor de sus palabras abordo al tren.

Urie levantó la mirada conmovido, todo estaba acabando. Los latidos de su estimulado corazón repercutían en sus oídos. Más la corriente en sus extremidades y el fuego en su pecho lo empujaron hacia adelante. Sus piernas ardieron, al compás de sus frenéticos movimientos, los cuales a gran velocidad, se mantenían a la par del tren en movimiento. El cristal de la ventana de uno de los asientos, nunca pudo, ser removida de sus recuerdos y menos aún la mirada expectante de la pasajera y líder de escuadra.

Sus miradas, finalmente se conectaron.

(Definitivamente, no dejaré que nadie más lo haga.)  


*

Hola, mi querido lector.

Hace bastante tiempo no volvía a escribir un poco de Fluff y volcado en Mutsurie. 

Déjeme advertirle que esta serie de drabbles transcurrirán en el universo de TG:Re como supuestamente finalizo, ya sabrá de los rumores de un nuevo manga. Cosa que, a esta altura, creo muy improbable que suceda.

Entonces, me veo en la obligación de conectar estos rumbos tan alejados que han emprendido Urie y Mutsuki por separado y darle algún tinte romántico que nos de algo de felicidad. Saber que paso durante los 6 años que todo pareció arreglarse mágicamente, hasta en el anime sucedió de la misma forma. Ya saben, mi intención no es volver a poner a Ishida en el banquillo de los acusados, por lo que reservaré mi juicio por estos momentos.

Así que sea usted, ¡bienvenido a esta nueva entrega!

Gracias por leer♥

Bitácora [Mutsurie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora