Día 12

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El día de la cena del equipo de fútbol había llegado, y nunca supe lo que Techno me quería dar debido a que su madre llegó a su casa justo en el momento, y me invitó a cenar.

Después del partido me ofrecí a llevar unos cuantos en mi auto, y ya estando en el restaurante Can me pidió que me sentara con él, en su mesa estaba Techno, Ae y Good. Los puestos eran de tres personas, así que me senté en medio de Ae y Techno. Al frente estaba Good y Can, este último estaba guardando el lugar vacío a su lado.

—¿Para quién es el lugar Can? —preguntó Ae.

—¡Cantaloupe! —exclamó un chico castaño y alto abrazando por detrás a Can.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no me llames así? —trató de quitar los brazos de encima que lo aprisionaban, pero al no conseguirlo se cruzó se brazos y resopló. —Déjame Tin...

—Hey, hey, no seas tan amargado, sé que estás feliz de verme. —comentó mientras se sentaba a su lado. —Por cierto, felicidades por ganar bebé. —le jaló suavemente las mejillas.

—Oiiiish ¡Tin! —se cubrió las mejillas, que empezaban a colorarse.

—Ustedes sí que se llevan bien... —esta vez habló Ae. —¿Ya son novios? —preguntó mirando con interés al enano y al recién llegado.

—¡Deja de homosexualizar todo AiAe!— respondió Can.

—Ahh, ¡lo siento!

—¿Siempre son así de enérgicos todos? —le susurré a Techno.

—Todos los días. —afirmó riendo. —¿Te incómoda?

—No, para nada, de hecho me agrada estar así. —le sonreí.

—Genial. —me devolvió el gesto. —Quiero darte algo... Pero será más tarde, cuando podamos estar solos... —se acercó un poco más a mi rostro. Yo me sonrojé, pero estaba dispuesto a permitirle un beso, si era lo que iba a hacer.

—¡Heeey ustedes! —gritó Can hacia nosotros, obligando a Techno separarse rápidamente. —¿Ya han pensado casarse? Siempre están juntos queriendo besarse y manosearse —entrelazó sus propias manos dando besos al aire con los ojos cerrados.

—Mejor vigila tus asuntos mono albino, Tin está esperando a que le digas que sí. —imitó la burla del enano.

—¡Ahhg! ¡No soy nada de Tin! —tomó una servilleta y se la lanzó a Techno, pero esta sólo llegó a la mitad de la mesa.

—Tampoco tienes que ponerte tan rudo Can, sólo está bromeando. —dijo Ae.

—Creo que iré al baño. —por fin habló Tin, quien se estaba manteniendo callado todo este tiempo. Se levantó de la silla y se retiró. Nadie dijo nada, pero todos estábamos mirando a Can luego de eso.

—¿Ves lo que haces Can? Heriste sus sentimientos. —comentó Ae y continuó comiendo lo poco que le faltaba.

—¿Ahora es mi culpa? —respondió Can suspirando.— Demonios. —se levantó y fue tras el castaño.

—Está tan enamorado como yo... Pero su orgullo me molesta. —añadió Ae riendo y se levantó.— Debo irme, le prometí a Pete estar en mi apartamento a las 7.

—Anda, no te preocupes. —respondió Techno.— Nos vemos el lunes.

—Hasta el lunes, adiós Kengla. —agitó su mano y salió del restaurante.

—Adiós. —lo seguí con la mirada y luego giré a ver a Techno. —¿Qué me vas a dar P'No?

—¿Ehh? —me miró.— Es verdad... Lo había olvidado.

Apuesta de amor [Kengkla X Techno] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora