Sugar

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— Entonces solo haremos lo de siempre, ¿pero mejor? — dice Wilson confundido.

— Si, tiene que hacerse bien a la primera, así podremos volver a tiempo — señala Erik.

Esto no puede ser cierto, incluso en mis sueños aparecen estos cuatro chicos para atormentarme. Abro los ojos para ver el reloj sobre mi buró.

— Aún será jodidamente cansado — dice Mark — ¿podremos aguantar el ritmo?

¡Agh! No es un maldito sueño, ¡los escucho detrás de mí puerta! Por supuesto Matt está con ellos, su lado de la cama está solo.

— ¿Quieres cancelarle a la asociación que nos ha apoyado por años? — dice el rubio.

— Claro que no, solo que no es lo mismo, ya no estamos en Tennessee.

Tomo la almohada de Matt y la pongo sobre mi cabeza para amortiguar el sonido de sus voces pero no funciona.

Gruño una vez más antes de levantarme arrastrando los pies, me envuelvo en la cobija y abro la puerta para saludar a los visitantes.

— Es demasiado temprano para ser amable, así que no se ofendan — me miran confundidos — ¿qué rayos hacen aquí?

— Qué gruñona — dice Mark — eres muy gruñona.

— ¿Siempre es así? — pregunta Erik a Matt.

El rubio encoge sus hombros y yo ruedo los ojos. Doy la vuelta para regresar a mi habitación pero ya no puedo dormir, así que solo miro el techo.

— Hay un autobús a las 10 de la noche, va directo así que son como 10 horas de camino — vuelve a hablar Erik.

— En Greyhound — me siento en la cama — en la parada de autobús a unas cuadras de aquí, hay una salida a las 7 de la mañana.

Los chicos no hablan, así que supongo que están escuchándome y me levanto para ir a la cocina por café.

— Creo que trasbordan en algún punto, pero llegarían a las 7 de la tarde con tiempo para descansar y dormir.

— Eso suena a un buen plan — dice Wilson — lo mejor será llevar una mochila con lo indispensable para irnos después de tocar en el bar.

— Bien, entonces vámonos a preparar todo — dice Erik.

— ¿Se quedan a desayunar? — ofrece Matt.

— Si — Mark camina y se sienta en la barra.

Yo estoy del otro lado sirviéndome café, pongo más tazas en la encimera para ellos y las sirvo mientras Matt y Erik vienen a la cocina para hacer el desayuno. Me recargo en la barra frente a Mark y Wilson se sienta a su lado.

— ¿Cuando cumples años? — me dice Mark de la nada.

— ¿Huh?

— Dijiste que tenías 24, ¿cuándo es tu próximo cumpleaños?

— ¿Tienes 24 amor? — Matt voltea a verme.

— ¿No lo sabías? — Se ríe Erik — Están todo el tiempo juntos ¿y no lo sabes? ¿Qué rayos hacen entonces?

— No, no contestes — niega Mark — no queremos saber.

— Mi cumpleaños ya pasó — digo para cambiar el tema — el próximo es el de Phoebe y creo que uno de ustedes debería saberlo.

— Mierda — dice Wilson dejando la taza — ¿Cuando cumple años ella?

— El próximo mes, así que ve pensando en algo.

Nos sentamos a desayunar en el comedor y los escucho terminar de planear su viaje de vuelta.

— El más emocionado es Erik — dice Matt — porque va a ver a su novia.

— Espero que ella aún se acuerde de ti, hermano — se burla Mark.

— Por supuesto que me recuerda, no soy fácil de olvidar — Erik palmea su pecho — lo siento por los que no quieren irse.

Los ojos de Mark y Erik pasan a Wilson y Matt antes de reírse. Los observados solo fruncen el ceño.

— Si ya terminaron pueden irse — gruñe Matt — vayan a preparar sus cosas.

— Con tal de no lavar los platos — se ríe Mark — ¡nos vemos después!

Erik y Wilson también se levantan rápido de la mesa y se despiden para irse. ¿Era tan fácil deshacerse de ellos? Matt lleva los platos a la cocina mientras termino mi café.

Se acerca de nuevo para jalar mi silla para que me levante, toma mi mano y nos lleva de vuelta a la habitación. Lo observo en silencio mientras él acomoda las cobijas y me hace una seña para que me acueste.

— ¿Qué tramas?

— Nada, solo quiero dormir otro rato.

— ¿Tienes sueño? Pensé que dormías poco.

Me acomodo en la cama y él se acuesta junto a mí, pasando su brazo por mi cintura pero esta vez estamos frente a frente.

— Solo dormida me dejas que te abrace sin quejarte.

— Chico listo — le susurro antes de volver a dormir.

— Sam — escucho su voz a lo lejos — Despierta amor.

— Shhh — digo sin abrir los ojos.

— Es tarde.

— ¿Qué? — Abro los ojos de pronto — ¿Qué hora es?

— Las 4 de la tarde, deberías comer algo antes de irnos.

Me levanto desorientada hasta el baño para tomar una ducha. Olvidé tomar ropa limpia, así que me aseguro que Matt no esté en la habitación antes de salir a vestirme.

Cuando voy a la cocina a buscarlo, veo su mochila sobre el sillón. Sobre la barra tiene dos hamburguesas, papas y refrescos.

— ¿Pediste comida? — me siento en la silla.

— Si — se sienta junto a mí.

— ¿Te llevas la odiosa guitarra?

— No, se queda a hacerte compañía — se gira para verme — no intentes deshacerte de ella.

— Por si las dudas déjala fuera de mi vista — señalo la lavandería.

Después de comer y ver la televisión un rato, nos dirigimos al bar donde todos ya nos esperan. Sean, Mark y Erik platican en un extremo de la barra mientras Travis acomoda unas botellas.

Phoebe está trepada en la espalda de Wilson y se niega a separarse de él, hasta el momento en que los clientes empiezan a llegar. El ambiente del bar se siente un poco triste.

— ¡Oye! — Digo cuando veo la mano de Matt sosteniendo la mía — ¿en qué momento?

— Estabas distraída amor — se ríe — vas a extrañarme, lo sé.

— ¿Bromeas? ¿Extrañar dormir hasta tarde y tener mi departamento para mí sola? — sonrío.

Gruñe algo antes de alejarse hacia sus amigos. Caminan entre las personas y suben al escenario listos para comenzar a tocar.

— Amor — volteo cuando escucho su voz — algo para que me recuerdes...

Sonríe arrogante antes de empezar a tocar. Como siempre que él canta, me quedo ahí parada observándolo.

(...)I'm hurting, baby,
I'm broken down
I need your loving, loving,
I need it now
When I'm without you
I'm something weak
You got me begging
Begging, I'm on my knees... (...)

Canción en Multimedia:

Maroon 5 - Sugar

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