Capítulo 3

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—¿Qué tengo qué?.—preguntó Hermione todavía con los ojos abiertos.

Draco tragó en seco. ¿Besar a Hermione? ¿Su mejor amiga? O peor aún, ¿besar a una lesbiana? Eso si sería incomodo, considerando que sin importar lo bueno que él fuera besando a las chicas ella no lo disfrutaría, es más le daría asco. Ja, eso la podía entender porque se colocaba en la situación en la que estuvieron metidos Theo y Blaise, él nunca besaría a un chico y si lo hace de seguro lo que menos haría sería disfrutarlo, estría rogando porque la tortura se detuviera.

Él no quería que Hermione se sintiera así, no ella.

—Creo que no eres lo suficiente idiota como para no entender lo que dije. Tienes que besar a Draco.—dijo Theo utilizando las mismas palabras que ella había utilizado con él.

Karma, esto definitivamente era karma hacia ella.

Hermione miró a Draco como preguntándole, "¿lo hacemos?" a lo que él simplemente respondió con un encogimiento de hombros, a él no le importaría en lo personal pero era la decisión de ella.

Hermione suspiró y sin previo aviso se acercó a Draco y lo besó. Al inicio Draco se sorprendió pero rápidamente reaccionó correspondiéndole el beso, ambos se encontraban tensos pero a medida que iban pasando los segundos comenzaron a relajarse. Sus labios se movían con cierta sincronía como si hubieran estado mucho tiempo practicando para ese momento.

—Lengua... —escuchó que susurraba Blaise e inmediatamente Draco hizo caso a su petición y comenzó una guerra de lenguas hasta que los treinta segundos estuvieron pasados provocando su separación.

Hermione reprimió un jadeo, y trato de demostrarse segura y calmada que era totalmente lo contrario a como se sentía realmente. Mientras que Draco por otro lado, estaba tratando de asimilar la situación. Había besado a su mejor amiga lesbiana y la situación no le resultó incomoda ni tensa, es más, le resulto placentero.

—Bien, ¿a quien le toca ahora?.—preguntó Draco acomodanse de forma de tratar de alejar esos pensamientos de su mente.

No podía pensar así, ¡no de ella!

Hermione lo miró un segundo en su lugar antes de dirigir su mirada hacia Harry.

—Ay, no.—susurró éste antes de ella sonriera de forma malevola.

Y así sin más todo volvió a la normalidad, igual que cuando Theo y Blaise se besaron, todos hicieron como que nada sucedió.

La noche transcurrió entre risas, tragos, retos, verdades vergonzosas, idioteces, y de más, hasta que el reloj de la cocina ya marcaba las tres de la mañana.

—¿Te llevo a tu casa, nena?.—preguntó Draco cuando ambos ya se estaban arreglando dispuestos a irse.

—Obvio, idiota. ¿Crees que me voy a ir a pie a las tres de la mañana?.—contestó Hermione de mala gana. Draco rodó los ojos.

—Tan linda que es ella.—comentó Blaise a sus espaldas.

—¿Saldremos mañana? Supe de una fiesta a un par de calles de aquí.—dijo Harry llegando a la puerta.

—¿No te cansas?.—preguntó Hermione recibiendo una sonrisa como respuesta.

—Nos colocamos de acuerdo mañana.—habló Draco.

—Bien, nos vemos chicos.—dijo Blaise mientras cerraba la puerta después de que ellos tres comenzarán a caminar hacia el estacionamiento.

—¿Y Theo?.—preguntó Hermione notando su ausencia.

—Dijo que se iría después.—dijo Harry sin darle importancia.

Al llegar al estacionamiento Harry se subió a su auto, no sin antes despedirse, al igual que lo hicieron Draco y Hermione. Ella se fue durmiendo todo el camino a casa, estaba exhausta no era la típica chica de fiestas pero tampoco era de las que se quedaban en casa, ella simplemente era ella.

Draco le dirigió una leve mirada antes de volver a mirar hacia la carretera.

Ella era muy bella, no lo podía negar. Y tenía un gran sentido del humor, pero sobre todo lo entendía. Siempre ha estado para él a pesar de que el puede comportarse como un idiota a veces, ella seguía a su lado y nunca lo criticó por lo que le hace a las mujeres, nunca lo juzgó por ser un mujeriego ya que ella entendía el por qué lo era, veía lo mismo que él en las chicas pero ese beso...

Draco sacudió un poco su cabeza. No. Ese beso había sido eso, un beso. Y a pesar de que él lo disfrutó y al parecer ella también, nada iba a cambiar. Fue solo uno de los estúpidos juegos de Blaise, nada más. Y aunque significará algo, ella es practicamente prohibida para él, siempre lo ha estado y él siempre lo ha visto así. Siempre ha visto a Hermione fuera de su alcance, ya sea por su condición sexual como por como es ella. Es demasiado buena para él. Aparte de que nunca se fijaría en un chico como él, más bien nunca se fijaría en un chico y aunque le costaba aceptarlo era lo que más le dolía.

—Nena, ya llegamos.—susurró mientras la movía para poder despertarla.

—¿Ah?.—dijo Hermione levantandose de a poco, se pasó una mano por la cara y lo miró sonriendo de lado.—Gracias por traerme, idiota.—se acercó a él y le besó la mejilla antes de salir del auto.

Draco se le quedó mirando y suspiró antes de volver a mover su cabeza.

Hermione subió despacio hasta a su habitación procurando no despertar a su madre. Su madre la dejó salir con la misma condición de siempre: debía estar acompañada de Draco. Ella rodó los ojos mientras entraba a su cuarto. Su madre ama a Draco y espera que algún día ellos esten juntos.

Para ello él primero tendría que saber que soy hetero, pensaba ella.

Sin quitarse nada además de los zapatos se tiró en su cama matrimonial que tenía solo para ella.

Un mensaje brilló en su celular.

Duerme bien, nena.
-Draco.

Sonrió, pero rapidamente esa sonrisa se desvaneció. Ese beso había significado más de lo que debería para ella. No fue lo que esparaba, fue mejor. Lo malo es que se dió cuenta de algo: extrañaba estar con un hombre. Extrañaba ser besada por un hombre, ser tocada, ser abrazada, ser querida por un hombre. Draco ni los chicos contaban porque todos ellos nunca intentarían algo con ella, no mientras fuera "lesbiana". Pero definitivamente extrañaba a los hombres. Y ella estaba segura de que eso le traería más de algún problema, y no se equivocaba.

mi mejor amiga "lesbiana"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora