LA REINA DE LOS NARCOS 👑

CAPITULO 12 🔥

ARON MORGAN ☠

Nirvana se levanto hace un par de horas, pidió ver a nuestros hijos se los trajeron les dio de comer y luego se los llevaron para que ella descanse.

Tiene que guardar reposo mínimo una semana.

No debí estar lejos de ella tanto tiempo debí haber estado pendiente y seguir su embarazo de cerca.

Casi la pierdo y no quiero perder la no podría no sabría como hacerlo sin ella.

— ¡Tengo hambre! — Dice mirándome, asiento y voy por su comida.

Contrate un nutricionista para hacerse cargo de que Nirvana tenga una comida balanceada.

Bajo por su comida y la nana de Nirvana me entrega su bandeja de comida, subo y entro Nirvana mira la comida y evita mirarme.

— ¿Estas bien? — Le pregunto ella asiente sin verme.

Come despacio y no habla ni dice nada.

— ¡Nirvana tenemos que hablar! — Digo y ella niega.

— ¡Gracias enserió por todo pero prefiero dejar las cosas así tu por tu lado y yo por el mio! — Dice mirándome fijamente.

Niego pero ella se rehúsa a hablarme.

— ¡Nirvana yo...... lo siento....! — Digo y ella solo me ignora.

— Ten claro algo, no te vas a ir te quedas aquí con ellos o te largas sola pero con ellos no sales, no te los vas a llevar de nuevo, haz lo que quieras pero estas advertida — Digo enojado.

Tocan la puerta y me levanto de mi lugar y salgo azotando la puerta.

Bajo a mi despacho y me aflojo la corbata y desabotono mi camisa.

Tiro todo lo que esta encima de mi escritorio abro una botella de jack daniel's y me la empino bebiendo largos tragos.

No se cuanto bebo pero el llanto de mis hijos me hace dejar la botella y subir a su habitación.

Abro la puerta y veo a mi hija llorando, tiene un ajuar rosado, veo a Chaze que duerme tranquilo.

Tomo a mi hija y se queda callada mirándome con esos ojos verdes como su madre.

Toma mi dedo y lo aprieta con su manito pequeña.

Bosteza y sonríe viendome algo dentro de mi se remueve, la dejo en su cuna de nuevo y me voy de hay.

Llamo a la niñera y le digo.

— ¡Mi hija esta despierta revisa si necesita algo! — Digo bajando a mi despacho de nuevo.

Pasa un rato y el llanto se vuelve a escuchar subo y cargo a mi hija.

Bajo con ella a la cocina.

— ¡Tiene hambre denle de comer! — Digo pero no hay nadie.

Mierda.

Encuentro la formula que hay leo las instrucciones y le preparo su leche.

— ¡Ya niña que esperas come! — Digo dándole la mamadera.

Maia me mira y sonríe feliz, que se supone que haga ahora.

Mi hija llora y yo no se que hacer, si se lo meto en la boca quizas se calle.

Se lo pongo sosteniendole la mamadera, ella come y yo solo la miro cuidando que no se atore.

Veo como se acaba la mamadera y se va quedando dormida.