¡¿𝙀𝙇𝙇𝘼 𝙀𝙎 𝙏𝙐 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼 𝙈𝘼𝙔𝙊𝙍?! || byViruZz | CANCELADA ❌

Capítulo n°4

Dasha Ramírez

Ya habían pasado tres días desde la llegada de Laura o como yo la llamaba en mis pensamientos la chinchilla, ya que es rubia, teñida pero es rubia, con unos ojos grandes y pequeña. No sé, me recuerda a una pequeña chinchilla, pero solo por su físico, no comentaré mucho sobre su forma de ser. Bueno que más da, desde que llegó a la casa, no dejaba de quejarse y ordenarme cosas, ¿pero quién se creía ella? ¿Una diosa? Ella puede ser de todo pero nunca será una diosa. Además yo no era ni su amiga ni conocida como para que me tratara de esa forma tan horrible.

Ahora mismo me encontraba encerrada en mi habitación con el ordenador frente a mí muy aburrida, estaba pensando en hacer algún directo y la idea pasó por mi cabeza. Me levanté de la silla y salí de mi habitación para ir donde mis dos hermanos, quienes estaban en el estudio de Daniel jugando a algún juego de fútbol, parecía ser.

— Hey –les dije con diversión y suavidad mientras me recargaba del marco de la puerta y golpeaba levemente la puerta, haciendo que se den cuenta de mi presencia– ¿Qué os parece si hacemos oficial el hecho de que los tres somos hermanos? –les pregunté con diversión mientras les sonreía y los veía mirarse entre ellos, para después ver a Rubén corriendo hacia mí

— Eso es una idea genial –respondió con emoción mientras me abrazaba por la cintura cosa que me puse a su estatura y le regresé el abrazo, para después levantarme con un Rubén koala y miré a Dani

— Claro, ¿por qué no? –dijo con una sonrisa divertida cosa que lo miré con cariño y le hice un guiño de ojo, para después dejar a Rubén en el suelo

— Pediré pizza e iré a preparar todo para el directo, nos vemos en un ratito –comenté con diversión mientras me acercaba a Daniel y besaba su mejilla, para después llenar de besos la frente y las mejillas de Rubén.

Salí del estudio y desbloquee mi iphone viendo que eran las diez y cincuenta y uno de la noche. Sonreí levemente y caminé hacia mi habitación mientras llamaba la pizzería, al final terminé pidiendo dos margatitas grandes y una cuatro quesos mediana con dos botellas de dos litros, una de coca-cola y otra de té helado. Después de pedir, seguí caminando hacia mi habitación viendo mi móvil, pero de un momento pide sentir una mano en mi antebrazo deteniendo mi caminar. Confundida miré la mano que me mantenía inmovilizada, para después alzar la vista y ver a Víctor parado frente a mí con un semblante triste.

— ¿Qué quieres, Víctor? –le pregunté tratando de sonar borde y molesta pero mis cuerdas vocales me traicionaron y me hicieron sonar más decepcionada que otra cosa

— Necesito hablar contigo –me respondió en voz baja, cosa que lo miré directamente a los ojos, para después negar con la cabeza y soltarme de su agarre con suavidad, como si me diera asco, aunque ese no fuera mi sentimiento– Dasha, escúchame, por favor –me pidió o mejor dicho me suplicó mientras que yo intentaba alejarme de él

— Víctor ya te lo he dicho, no te preocupes en explicarme las cosas, no somos nada, solo somos amigos y conocidos es todo –le dije con tranquilidad fingida y sin siquiera voltearme, ya que si lo miraba iba a llorar y no quería mostrarme débil frente a nadie– Así que si me permites, tengo que organizar y preparar algunas cosas para un directo muy importante –comenté tratando de sonar tranquila mientras que comenzaba a caminar de nuevo.

Víctor Mélida

¡No! No de nuevo, me regañé internamente al ver a Dasha irse, no podía dejar que se fuera sin haberle explicado lo que sucedía.

Hace tres días Laura quiso hablar conmigo y lo hicimos, pero desde ese entonces, Dasha ha estado ignorandome. No podía seguir así, me acerqué a Dasha con rapidez y la abracé con cuidado por la cintura evitando que entrase en su habitación.