Capítulo n°8:

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Dasha Ramírez

Hoy era el día.

Mis nervios estaban a flor de piel, mi piel se erizaba a cada segundo y mis manos temblaban.

Estaba vestida con mi ropa de abogada pero yo no sería la abogada sino mi amiga Miranda. Ella iba a defenderme hoy durante todo el proceso. Mis padres ya se habían divorciado y mi madre se enteró de mi plan, lo cual hizo que el proceso de hiciera antes, ya que ella lo había pedido. Ya me dana igual que ella supiese todo mi plan, era por Rubén y no la dejaría salvarse de esta. Ahora mismo nos encontrábamos sentadas frente a la jueza quien verificaba todo el papeleo. El jurado y los abogados estaban presentes, pero eso era todo. Al parecer todas las fotos y los papeles que me darían la oportunidad de obtener la custodia de mi hermano eran una razón válida, la jueza estaba seria, no hablaba y solo leía con su ceño fruncido.

Muy bien, señorita Ramírez por lo que puedo leer, en el pasado la señora Ramírez la maltrató cuando usted era más pequeña ¿es eso cierto? –me preguntó la jueza Mendoza con voz fría, haciéndome apretar mis manos, teniéndolas debajo de la mesa y asentí con la cabeza

Sí, su señoría –respondí con voz firme mientras miraba a la jueza con seriedad, no podía perder la sangre fría y mucho menos con la presencia de mi madre

También ha dejado cicatrices en usted por ese maltrato ¿hay alguna que pueda mostrarnos en este momento? –me preguntó nuevamente cosa que asentí levemente y me quité el saco de mi traje y moví mi cabello dejando una parte de mi espalda a la vista del jurado y de la jueza

Mi cliente lleva esa cicatriz desde hace ya diez años su señoría, ella era solamente una adolescente cuando eso pasó –comentó mi amiga mientras mantenía un porte serio y frío, yo solo volví a ponerme el saco y acomodé mi ropa

Objeción, su señoría no podemos saber si esa cicatriz fue hecha por mi cliente o si fue hecha por alguien más –Amanda habló y defendió a mi madre, esto era irrealista, mi madre podría terminar un par de años en la cárcel por todo lo que hizo en el pasado

Mi cliente no podía salir cuando era pequeña y mucho menos cuando era una adolescente. La señora Ramírez no dejaba salir a mi cliente porque, según tengo entendido, mi cliente tenía catorce años en aquel entonces –me defendió cosa que me acomodé en mi silla algo incómoda, para después ver a la jueza

Gracias, eso pude ver eso en el reporte que me entregaron los policías –dijo con seriedad cosa que sentí mis manos sudar, odiaba esto, solo éramos nosotras, mi madre y su abogada, las juezas y el jurado.

Este era un proceso privado, no quería hacer escándalos por lo que no tenía más que hacer un proceso privado.

La jueza pareció meditarlo durante unos minutos y nos pidió que salieramos para que hicieran una reunión con el jurado. Me levanté de la incómoda silla de madera junto a Miranda y salimos de la sala. Suspiré con pesadez a penas salimos y me recargué de la pared, me sentía desfallecer.

Venga todo estará y saldrá bien, ya lo verás, solo hay que tener confianza y fé –me dijo con diversión y suavidad, cosa que sonreí y acepté la botella de agua que me extendía

Yo también espero que todo esto salga bien, es lo único que quiero en estos momentos. No espero nada más –susurré con nervios para después beber de la botella de agua, pero esta me fue arrebatada y una abofetada me hizo voltear la cara

¡¿𝙀𝙇𝙇𝘼 𝙀𝙎 𝙏𝙐 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼 𝙈𝘼𝙔𝙊𝙍?! || byViruZz | CANCELADA ❌Where stories live. Discover now