Caminé en dirección a él, como un pequeño gato asustado. No sabía que hacer, y está lluvia no ayudaba mucho.
No hacía falta preguntar quien era, porque aún si lo mirara de espaldas lo reconocería de inmediato.
Su rostro se giró buscando mi mirada, no es el Namjoon que conocí hace cinco años, se mira más maduro. Me alegra que se vea fresco, me preocupaba mucho su bienestar.
-¿Quieres que te ayude?- asenti dándole mis llaves para abrir la puerta de mi casa, mientras yo cubría a mi hijo de la intensa lluvia -Listo- se hizo a un lado para que pudiera pasar, el me imitó y cerró la puerta detrás suyo.
Recoste a Hwan en su sofa favorito, después busque en el closet una manta que ayudará a mantener con calor su cuerpecito. Pero al regresar Namjoon ya lo tenía en sus brazos, observandolo con detenimiento, observandolo con una ternura que me sería muy difícil de describir.
- Es muy bello, demasiado a decir verdad...sus rasgos son similares a...-
-los tuyos, si, se parecen demasiado, ¿Quieres un poco de té? - sonreí mientras cubría a ambos con la manta, asintió, dándome paso hacia la cocina pensé en algo muy importante, parece que dios escuchó mis plegarias, y lo trajo aquí, pero ahora mismo tengo una duda muy grande.
En lo que se calentaba el agua regresé a la sala de estar, sentándome frente a él. -Namjoon, ¿Cómo es que sabías nuestra dirección?- jugaba con mis manos nerviosa, parece ser que es momento de hablar con la mera verdad.
-Bueno, conseguí el número de Hoseok, y él muy amable me dio toda la información necesaria- dijo aún sin observarme, estaba tan concentrado en admirar a Hwan, como si quisiera recuperar todo ese tiempo con tan sólo mirarlo -Hye, vengo a aclarar tus más grandes dudas, y también vine para quedarme a lado de mi hijo de ahora en adelante- el tono que empleó fue demasiado serio y frío, entonces imagine lo peor.
- No estarás pensando en quitárme a Hwan ¿Cierto?- dudo mucho que sea capaz de hacer eso, pero si así fuera yo tendría la custodia completa por los años y la situación.
-Por dios, no, no haría eso, sería muy injusto para ti y para Baek, en todo caso ustedes saldrían ganando- suspiro- esa idea nunca me rondó por la cabeza, así que no te preocupes- de manera involuntaria Hwan se acurruco aún más en el pecho de Namjoon, sacándole la sonrisa más grande que le he visto - Hye, se que fue muy malo el hecho de haberte dejado nuevamente, pero tenía que hacerlo-
-¿Qué era más importante?- automáticamente las preguntas salían, y ya que estaba dispuesto a decirme todo otras más se formulaban en mi cabeza.
-Era más importante el bienestar de ambos, Hye seamos sinceros, si yo me hubiera quedado no podría haberles dado la vida que tienen ahora, está bonita casa, y la ropa que mi hijo usa- mentiría si dijera que no me emocioné al escucharlo decir "mi hijo" - Tuve una propuesta de trabajo en Noruega, como productor musical, tenía que irme si quería hacer un buen futuro para ustedes, todos estos años no creas que me los pase durmiendo, en realidad todo el tiempo trabajé, quería demostrar mi mayor desempeñó para que al final pudiera tener un buen puesto y regresar para estar con mi niño-
Después de imaginar toda una conversación, terminé muda ante sus palabras, en realidad yo era una egoísta que se victimizo sin siquiera saber las razones verdaderas de su partida, él estaba en lo cierto, ni uno de los dos tenía un empleo verdadero, ¿Con qué hubiéramos subsistido?
-Hye, lo siento mucho, perdón por haberme ido sin decir aunque sea un "hasta pronto" pero si es que te miraba...- pauso de momento, mirandome de manera triste- yo...no me hubiera podido separar de ti, y entonces los planes de mi trabajo y una buena vida para ustedes, se habrían venido abajo-
-Namjoon, yo...creo que es mejor mirar hacia adelante, las cosas pasan por algo pero, lo más importante es que ahora estas para él y- dediqué mi mirada al piso, porque si, el ser tímida e insegura nunca cambiará en mi- Perdóname a mi también, por ser tan dramática y egoísta...-
Ambos reímos suavemente, entonces la puerta fue golpeada, me levanté para abrir.
Encontrándome a un Baek empapado y temblando de frío -Olvide las llaves amor, lo siento...- se metió de inmediato.
-Me lo imaginaba, anda ve a secarte y ponte una ropa más cómoda o pescaras semejante resfriado como la otra vez - sonreí, se miraba muy tierno.
-Pero antes debo saludar a mi bebé- se giro para caminar aún más adentro, parandose en seco. Y ya sabía porque -Namjoon...¡Regresaste! Oh dios...Hwan va a estar muy contento...-
Namjoon, sonrió, me queda claro que él nunca le tuvo rencor a Baek, sin embargo esa sonrisa se volvió una mueca de preocupación al ver que Hwan se movía del lugar, se levantó aún estando en el regazo de su padre, se tallo los ojos y lentamente nos observo, después lo notamos confundido, pues si no éramos nosotros quienes lo cargabamos ¿Entonces quien lo estaba haciendo?
Su mirada lentamente se encontró con la de Namjoon, los dos estaban en shock por unos segundos, hasta que la tierna y cálida sonrisa de mi hijo se dibujo en su rostro.
-Papá...- con su pequeña mano acaricio la mejilla de su contrario, como si no creyera en lo que sus propios ojos estaban viendo, y ahora si no había duda alguna- ¡Papá Nam! ¡Por fín estás aquí! -
Se abalanzó hacia sus brazos, en un abrazo que se veía tan cálido el cual fue correspondido por su padre, y ni uno de los dos tenían intenciones de soltarse.
_____________________________________________ Finalmente se apareció el rey de Roma jaja, y llegó para recuperar el tiempo perdido.
Pero ustedes ¿Creen que sólo venga por su pequeño Hwan?
No lo sabremos hasta mucho, mucho después.
De paso, ¿Les gustan las historias vampiricas? Porque si es así les invito a que lean mi nueva historia llamada "BLOOD, LIES".
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