capítulo 2

25 9 0
                                    

Sábado... Sábado primer día de verano...
Oh Santa María de las siestas recibidas ahora podré pasar tanto tiempo rezándote que te hartarás de oir mis plegarias

Desperté y fui a la cocina ¡hora de desayunar!

Tenía hambre y pocas ganas de cocinar así que me dispuse a sacar la leche y los cereales.

Cuando termine de desayunar, fui a mi cuarto tan rápido como pude, cogí algo de ropa de deporte: unos leggins, un top deportivo y una camiseta medio transparente me cambié me puse mis tenis y decidí ir a la playa hacer yoga como cada sábado.

Este verano puesto que tenía todo el tiempo del mundo, decidí probar sitios nuevos y diferentes no sé, pensé tal vez encontraría un sitio que me gustara más,

Normalmente voy corriendo desde mi casa hasta la playa que queda como a unos 10 minutos,pero hoy decidí seguir más hacia delante puesto que quería descubrir otros sitios nuevos. Llegué a un sitio donde había unas rocas enormes allí despliegue la alfombrilla, me quité los tenis y empecé saludando al sol.

Un rato más tarde pude observar como un grupo formado por tres chicos y dos chicas. Eran muy lindos los cinco una de las chicas era rubia con los ojos azules alta y delgada la otra era pelirroja con los ojos verdes también alta y delgada. Los chicos eran guapísimos, uno de ellos era moreno con los ojos azules alto y musculoso, otro iba de la mano con la chica pelirroja este era más alto de pelo negro ojos color café y musculoso, y el último era el más guapo un poco más bajito con los ojos verdes y el pelo castaño claro tenía cierto parecido al chico de los ojos azules.

Quizás sean familia. Si todos en esa familia son así pagaría por estar en la cena de Nochebuena - pensé desconcentrándome y cayendo al suelo

- Au -me quejé

- ¿Estás bien?- escuché que alguien preguntaba. Al mirar arriba me encontré con un par de ojos verdes mirándome preocupados y entonces comprendí que se trataba de uno de los cinco chicos - ¿estás bien? - repitió

Rápido Elisabeth di algo, lo que sea habla no le mires los abdominales di algo rápido

- abdominales - dije y el rió - ¿Eh?- dije mientras me sonrojaba cuando me di cuenta de lo que acababa de decir

- ¡LUCAS BÁJAME AHORA MISMO! - grito la chica rubia mientras el moreno de los ojos azules la cargaba sobre su hombro

Santa madre de los invisibles gracias por aparecer justo en el momento- pensé al ver que empezaba distraerse con los gritos de la chica

Para mi desgracia se giró a mirarme justo cuando yo aprovechaba para admirar las vistas, vamos, lo que viene siendo su anatomía.

- ¿Disfrutando las vistas?- preguntó el con una gran sonrisa

- Si - nooo - osea no o si NO - en mi defensa diré que estaba tan nerviosa que ni siquiera recordaba que estaba todavía tirada en la alfombrilla de yoga

- Eres simpática - afirmó sonriendo mientras me daba la mano para ayudarme a levantarme .Le acepté la mano y me levanté con su ayuda. - Bueno simpática ¿Tienes nombre?

- Elisabeth ¿y tú? - pregunté

justo cuando estaba a punto de contestar se oyó una voz por detrás diciendo - ALEX DEJA DE LIGAR ¡TE NECESITAMOS AQUÍ!

- Bueno creo que ya descubriste mi nombre - rió mientras hacía un gesto con la mano hacia su grupo - ¿Estás aquí sola? ¿Nunca te vi por aquí antes - preguntó curioso

- Si, vine a hacer yoga, salgo todos los sábados, pero nunca vine aquí

- Ahh, ¿Vives muy lejos? - Le miré sorprendida, es raro que quiera saber todo de mi acabando de conocerme - Perdón, me da la sensación de que te incomodé. No tienes que responder, estaré por allí - dijo señalando a donde estaban sus amigos.

MI PEQUEÑA GRAN FELICIDADWhere stories live. Discover now