Capítulo 8

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Era la primera vez que salía de esa casa sola, ya que las anteriores veces era para ir al hospital con su suegra y ahora se sentía como un ratón de pruebas de laboratorio que solo huele y no sabe a donde va, necesitaba un regalo, un regalo de aniversario pero ni siquiera tenia claro el que, conocía a Paulo el chico de los 18 años famoso, pero ahora también conocía al de carne y hueso con treinta y pico y eran algo distintos.
Por el camino mientras divisaba varias tiendas se fijo en una de las de joyas, todo era plata u oro y de pronto recordó las palabras de su "actual" marido.
"-...Por esto me case contigo, es como ser joven tenga la edad que tenga-"
-¿Qué le gustaría a un Paulo joven que le regalasen?-Se pregunto ella sola y la gente que pasaba tras ella la miro raro de lo que ella no se percato, sin pensárselo dos veces entro en la tienda y miro las cadenas de hombre, había una parecida a la que Paulo siempre llevaba cuando joven, mientras miraba y caminaba llego a la zona de las esclavas de plata, levanto la mirada y se sorprendió como se percato de que el dueño de la tienda estaba justo frente a ella separado por la pequeña pero larga vitrina de cristal.
-Esa es una esclava muy varonil y de alta sociedad, se le llama luna de plata-
-¿Podría hacerle un grabado?-Pregunto ella sin darle importancia que tan importante o no fuese solo le importaba que fuese verdadera y lo más importante que le gustase.
-Claro tardaría unos minutos y aumentaría el precio-
-No importa esperare-
-¿Y que es lo que quiere en el grabado?-
-Lo quiero por ambos lados, la parte de adelante que diga Paulo & Oriana y la de atrás...-La joven pensó en su fecha de casados, o de novios, pero ni siquiera lo sabia ¿y para que mentir? Entonces pensó en cuando ella literalmente creyendo que esto seria el sueño y lo anterior no lo había visto por primera vez y no por un televisor-
-Quiero que diga 1 del 1 del 2013-Dije segura.
-De acuerdo-
El hombre le dijo el precio y Oriana pago con la tarjeta que encontró en uno de sus bolsos, luego salio de la tienda mirando otras con desgana, haciendo tiempo. Para cuando volvió el hombre atendía a otra señora ya mayor, pero en la vitrina se divisaba la esclava con el grabado y dentro de una cajita dorada con una cinta negra, cuando la señora salio el hombre le saludo y arrastro la cajita para mostrársela, ella solo lo miro con ilusión y el lo guardo de nuevo haciéndole el lazo alrededor con la cinta que le había visto. Ella lo metió en su bolso con sumo cuidado y con una sonrisa se despidió del hombre y salio de la tienda sin quitarla, tomo un taxi para volver a la casa casi sin poder indicar donde vivía y al llegar por fin se encontró a Nano jugando con Bruno en la sala, se giro al escuchar ruidos en la cocina y pudo ver como Paulo cocinaba con el paño colgando de su hombro instintivamente sonrío y se acerco a él, este se giro y la apego a él para besarla.
-Has tardado demasiado-dijo abrazandola-
-Solo he estado fuera menos de una hora-ella se separo-
-Eso ya es demasiado-Dijo poniendo cara de niño pequeño, de nuevo la apego a él y rozo sus narices-Te va a encantar lo que tengo preparado para mañana, Nano ya vino para llevarse a Bruno-Dijo sonriendo picaramente.
-Voy a saludarlo-Dijo ella sonriendo tímida.
Camino hasta la sala y Nano se giro al escucharla, de lo que Bruno se aprovecho y se hecho sobre ella.
-Oye eso es trampa-dijo Nano, seguía casi igual a como lo recordaba-
-Mamá dile que yo no hago trampa-dijo el pequeño abazando sus piernas-
-Mi hijo no hace trampa Nano-Dijo ella pronunciando aquellas palabras por primera vez asombrándose a si misma "Mi Hijo" más aun cuando sintió como si se quitase un peso de encima le había sentado bien decirlo, ahora se sentía mas libre-
-Papiiiiii!-grito Bruno corriendo hacia su padre, al ver que "el Tio Nano" lo perseguía-
-Heeeey ¿Qué pasa campeón?-dijo Paulo cargando al pequeño entre sus brazos-
-El tio Nanoo-dijo abrazandolo efusivamente-
-Ya veras Nano-Grito Paulo y Nano rio, Oriana contemplo esa imagen mientras entraba a la cocina, Paulo cargando a su hijo y el abrazandolo-
-Mami-dijo el pequeño cambiandose de brazos, Oriana le sonrio con ternura-
-No quiero quedarme con el tio Nano-Paulo rio y ella lo abrazo-
-Solo será mañana ademas estaras con Tomas-
-Pero... solo si me deja de decir tramposo-
-Le dire que no te diga asi jamás-
-Te quiero mami-el pequeño la abrazo, sintió alegría y emoción al escuchar esas palabras del pequeño-
-Yo los amo-dijo Paulo haciendo un abrazo familiar, para Oriana no había persona mas feliz que ella-
-Yo también los amo-dijo y Paulo beso sus labios-
-Puag! Yo me voy-dijo el pequeño Bruno bajando de los brazos, ambos rieron-
-Te amo-dijo Paulo y la estrecho contra sus brazos.

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