Capítulo 14

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*Primer beso de Casados* *16 de octubre del 2018*
-Paulo Dybala ¿quieres recibir a Oriana Sabatini, como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?-
Ambos se miraron, ella nerviosa y el reflejando su tranquilidad en sus ojos, estaba seguro.
-Si quiero-Respondió con sinceridad y Oriana expulso aire por fin.
-Oriana Sabatini, ¿quieres recibir a Paulo Dybala, como esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarle y respetarle todos los días de tu vida?-
Ahora era Paulo el que aguantaba la respiración y temblaba, ella lo miro y sonrío tranquilizándole.
-Si quiero-Respondió al igual que el, sincera y segura, Paulo respiro tranquilo y sonrío ampliamente.
-Con el poder que me ha sido otorgado, yo los declaro marido y mujer-Dijo alzando las manos y colocándolas en la espalda de ambos para enfrentarlos-Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre-Añadió para finalizar antes de que Mía, la hija de Dolores, llegase con los anillos.
Paulo pone el anillo a su esposa sin quitarle la mirada de los ojos luminosos de ella.
-Oriana, recibe este anillo en señal de mi amor y fidelidad a ti-
Oriana pone el anillo a su esposo con calma sin dejar de mirarle.
-Paulo, recibe este anillo en señal de mi amor y fidelidad a ti-Dijo ella para al terminar volver a sonreír al igual que él.
-Ya puedes besar a la novia-Dijo viendo como Paulo seguía perdido en los ojos de ella.
Ambos tenían las manos unidas y estaban uno frente al otro, lentamente Paulo se irguió y ella se puso de puntillas, ahora él era algo más alto que ella y eso se notaba, sus labios rozaron con deseo, la pasión y ese amor y ternura despertó en ellos con desesperación, sus bocas se complementaron y sus leguas se acariciaron, entonces el flash de la cámara salto "grabando para la memoria" su primer beso devolviéndolos del cielo a la tierra. Ellos se miraron felices como nunca y sonrieron avergonzados, el soltó una de sus manos y la otra la mantuvo moviendo la cabeza señalando la salida con una sonrisa picara y juguetona, ya estaban casados, unidos siempre lo estuvieron desde que aquel deseo que se le cumplió a Oriana, pero ahora todo el mundo lo sabía y eran libres. El tiro de ella y ella le siguió apresurando el paso cuando salieron de la iglesia algo más que arroz le cayó encima, estaba lloviendo en pleno octubre, llovía y aquello a ambos parecía gustarle, sin dejar de correr entraron en la limusina blanca y el conductor tras la ventanilla negra la puso en marcha.
-Vivan los novios-Se oyó gritar varias veces tras ellos con entusiasmo cerrando por fin el día de su unión antes del banquete de cuentos de hadas que Paulo le había prometido a ella. aunque ella no pidiese nada más que él no le diera un no y la plantara en el altar, algo que Paulo tenia seguro no hacer ni en sueños aunque pudiese ser jugar con fuego.

*Primera vez* *Casi 17 de octubre de 2018*

Paulo la llevaba en brazos hasta la habitación decorada con pétalos de rosas y velas y con delicadeza como si fuera posible que de un roce se rompiera o desapareciera el dejo sobre la cama arrodillándose ante ella.

-Ha sido increíble-Comento ella sujetando las manos de el nerviosa ocultando su timidez.
-Para mí solo porque tú estabas-Dijo él acariciando las manos de ella con su pulgar.
-Paulo, no sabes como la pase ayer en la noche...creí que no vendrías, que me abandonabas y en la boda todo se me hizo eterno, tardabas tanto que estuve a punto de derrumbarme allí mismo-Dijo con los ojos comenzándose a humedecer-
-Pero si fui, llegue, tarde-admitió él-Pero llegue-Dijo abandonando una de sus manos y acariciando su mejilla con cariño.
-Te amo-Susurro ella antes de que él posase sus labios sobre los de ella-
-Yo también-Dijo y volvió a darle otro beso, más largo levantándose del suelo y provocando que ella se tumbara hacia atrás, con las manos se subió más arriba de la cama y él se coloco encima con las rodillas a ambos lados de su cuerpo-
-Entonces... ¿Dices que no has dormido?-Comento él mientras bajaba por su cuello besándolo y quitando la tira de su vestido blanco.
-No...-Dijo ella temblando.
-Sabes que esta noche tampoco lo harás ¿verdad?-
Ella asintió cuando él la miro a los ojos y antes de que el volviera a su cuello ella atrapo sus labios.

-Feliz cumpleaños mi amor-

Ella quiso celebrar la boda en su cumpleaños y eso era lo único que había pedido para aquel día tan importante y, cómo no, él le concedió el deseo...mejor que si se le pidiese a una estrella fugaz.Ninguno supo asegurar el momento en el que su ropa había desaparecido pero tampoco se lo preguntaron, aprovechando para saborear el cuerpo uno al otro.

-Paulo ...-Grito ella clavando sus uñas en la espalda de él cuando entro en ella, con dolor pero sin dejar esa delicadeza y ternura de lado-El la beso con cariño y ternura, avergonzado y enfado con sí mismo por dañarla, pero su delicadeza y lentitud no duro mucho cuando ella misma no aguanto y le exigió que fuese más deprisa con deseo y desesperación, lo necesitaba, necesitaba sentirlo allí y ahora en toda su gloria, completo para ella, para llenar su ser, para ser uno solo, para no poder distinguir donde termina ella y donde empieza él.

*El Hospital*

-Tranquila, no es para tanto-Dijo él mientras ella ponía todo su esfuerzo en concentrarse en empujar-.
-¿Qué no es para tanto?-Le grito a pleno pulmón-Si estuvieras aquí no dirías lo mismo-Dijo apretando su mano.
-Ya queda poco, empuja una vez más-Dijo el doctor sujetando la pequeña cabecita del pequeño-Ya esta, felicidades es un niño precioso-Agrego a los minutos.
-¿Ves?-Dijo Paulo sonriendo-No es para tanto, has sobrevivido-Dijo acariciando la mejilla de ella hasta que una de las enfermeras le entrego a su pequeño, esta vez Oriana no dijo nada y se quedo en silencio observando a los dos hombres de la casa, solo de ella, solo para ella.-

Be careful what you wantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora