—NamJoon hyung...—Tae le mostró una sonrisa débil, inseguro—. Sé que hace poco que comenzamos a hablar y tal vez al principio tuve mis prejuicios, pero de verdad me agradas. Quiero ser tu amigo.
No estaba mintiendo, ¡en serio que no estaba mintiendo! La estúpida lista que había hecho no tenía nada que ver con sus verdaderos sentimientos respecto a Kim NamJoon, tenía tiempo, podía hacerlo.
—¿Así como si nada?
La pregunta lo dejó sin habla. TaeHyung suspiró y bajó la mirada; NamJoon tenía razón. Era sospechoso que alguien se le acercara tan de improvisto a otra persona.
—Sólo quiero que seamos amigos—repitió con seriedad, estaba sintiéndose atrapado por sus propias mentiras y lo que menos deseaba ahora era dejar de hablar con él, necesitaba que Kim confiara en él; TaeHyung levantó la mirada con toda la seguridad que reunió—. Me gustas, hyung. Me agradas y quiero ser tu amigo, ¿hay algo malo con eso?
NamJoon se sintió culpable—. N-no tiene nada de malo, sólo me pareció extraño que alguien como tú quiera ser amigo de alguien como yo.
—¿"Alguien como tú"?
—Todos te conocen aquí—empezó—, ¿no viste como nos vieron cuando te quedaste a mi lado? Eres demasiado alegre y divertido, y yo demasiado aburrido.
El castaño asintió para sí mismo, se quedó mudo por un instante y entonces sus labios se curvaron hacia arriba.
—¿De qué te ríes?—el moreno nervioso preguntó.
—Hyung, al fin estás hablando conmigo... Eras muy tajante al principio, ¿lo sabías?
El azabache iba a responder, pero antes de eso TaeHyung posó la mano encima de la suya por debajo de la mesa—. Escucha, no me importa si los demás nos ven; tú eres NamJoon, yo soy TaeHyung y eso es lo único que importa. Ahora dime que te gusto y que quieres ser mi amigo también.
NamJoon bufó y una sonrisa se escapó de él—. Bien, bien...—suspiró acabado—. También me gustas y también quiero ser tu amigo, ¿contento?
—Estoy que muero de felicidad—confesó con una sonrisa, una que NamJoon devolvió.
No podían dejarse de ver, sus ojos conectaron y sus manos seguían tocándose; como si todo se hubiera congelado, como si no existiera nada ni nadie que pudiese arruinar el momento. Excepto el timbre que los devolvió a la realidad avisando el final del receso.
NamJoon guardó sus cosas con rapidez—. Te veo en inglés—fue lo único que dijo y desapareció de ahí dejándolo confundido.
TaeHyung empuñó su mano y la inspeccionó por un momento. Estaba sintiendo un terrible calor subiendo por su cuerpo, no sabía cómo sentirse después de eso y estaba casi seguro que lo que había pasado no estaba dentro de su plan.
"Aún tengo tiempo, puedo hacerlo"
—¿Qué haces sentado todavía? Vas a llegar tarde—una voz familiar le reprochó.
—JiMinie.
—Te vi con Nam hyung y no quise interrumpir—ambos emprendieron rumbo al salón.
—Está bien, no te preocupes—lo tranquilizó con una sonrisa, una que parecía distante. Park pudo notar lo distraído que estaba su compañero de escritorio.
—¿De qué estaban hablando tú y NamJoon?—cuestionó con la curiosidad carcomiéndolo.
—Nada importante—contestó veloz, pero sólo hizo que el pelinaranja entrecerrara los ojos.
—Vi como se miraban...
—¡No fue nada!—insistió con el rostro rojo de la vergüenza.
JiMin se calló curioso y se obligó a no sonsacar más de lo debido; algo extraño le estaba pasando a TaeHyung con Kim NamJoon—. En fin—dijo en medio de un suspiro sin darle más vueltas al asunto—. ¿Irás a la fiesta de Jin hyung?
—Demonios—masculló.
—¿Y ahora qué?
—No pude invitar a NamJoon a la fiesta.
¿Era eso? No, no puede ser. Había algo más.
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En cuanto empezó la clase de idioma el cerebro de TaeHyung se desconectó y sólo pudo enfocarse en NamJoon, quien parecía atento a la cátedra y anotaba todo lo que esta decía. Quizá todo esto de los pasos lo estaba volviendo loco, no podía despegar sus ojos de la espalda ancha del moreno. Sinceramente, ni siquiera lo intentaba.
La docente por fin se calló y les explicó acerca del nuevo ejercicio, una oportunidad para TaeHyung y un infierno para los demás alumnos.
—Iré con él—avisó a JiMin, el que no rodó los ojos, no se burló y no dijo nada al respecto.
Mientras más se acercaba su corazón se aceleraba, el calor se expandía y el nerviosismo se acumulaba.
—¿Me puedes ayudar?—dijo a tiempo que se sentaba a su lado.
El moreno asintió no tan cohibido como otras veces—. ¿Qué no entiendes?
—Aquí...—señaló con su índice una frase ejemplificada en el libro—. No sé cómo armar estas oraciones.
—No te quiebres tanto—aconsejó—, el adjetivo se escribe antes del sustantivo, colorful es el adjetivo y shirt es el sustantivo ¿ves?
—¿Artículo, adjetivo, sustantivo?
—Ya lo entendiste—le sonrió—. Aprendes rápido, TaeHyung—regresó a su deber.
"Me estoy enfermando"
Los cabellos dorados se enredaron en sus dedos con parsimonia mientras que observaba atento el rostro de su mayor; desde que lo conoció no había momento en que no se estancara en mirarlo, esperando a que hiciera cualquier gesto que le brindara información.
—NamJoon—pronunció con cuidado el nombre.
—¿Uhm?—murmuró desde lo profundo de su garganta, bastante concentrado en lo que hacía.
—¿Quieres ir a una fiesta?
—¿Qué tipo de fiesta?
—Esas en las que tu mejor amigo te abandona por una chica linda y en donde es muy probable que los pervertidos se encuentren a tu lado mientras se besan y tocan.
—¿Experiencia propia?—un fugaz tono de burla. El menor sonrió.
—YoonGi hyung no es muy buen compañero para las fiestas. Además, estoy seguro que conmigo te divertirás.
—¿No te desaparecerás tú también con una chica linda?—molestó.
—Oye—se hizo el ofendido y una pequeña risa acompañó a la de su hyung—. ¿Quién me garantiza que no será al revés?
—Confía en mí, las personas huyen cuando me ven—se burló de sí mismo.
"¡Pues están ciegos!"
Para TaeHyung, Kim NamJoon era una persona sumamente inteligente, educada y aunque quisiera negarlo, era atractivo también.
