ℝ𝕖𝕔𝕦𝕡𝕖𝕣𝕒𝕟𝕕𝕠𝕥𝕖 >>>𝒔𝒕𝒐𝒏𝒚

Reconciliación

XV

Parado en la puerta de la torre Stark estaba un impaciente Steve. Tan sólo había estado esperando un minuto después de que Friday lo atendiera y ya sentía la ansiedad crecer dentro de él. Si bien recién le había informado que le diría a Tony, él ya llevaba diez minutos en ese lugar. Estuvo juntando valor para tocar el timbre y por un segundo imaginó a la IA burlándose de él, sabía que seguramente ya lo había visto, pero descartó la idea de inmediato, ya que también sabía que eso era imposible.

¿Tony le abriría?, ¿querría hablar con él? Y si le permitía entrar... ¿Realmente escucharía lo que tenía para decirle?. ¿qué haría si no lo dejaba hablar o siquiera ingresar a su hogar? Esa y miles de incertidumbres rondaban por la mente de un alterado capitán, que caminaba de un lado al otro, hasta que la voz de Friday se volvió a escuchar, asustándolo un poco.

— Capitán, puede ingresar, el señor Stark lo espera en la sala principal. 

Bastante sorprendido de que le dieran permiso para entrar e incluso dijera que Tony lo esperaba, se limitó agradecerle a la IA y darle un leve asentimiento mientras se adentraba a la torre. 

Con el corazón latiéndole apresuradamente ingresó al ascensor. El sonido al ir subiendo de piso lo inquietaba, los nervios y la ansiedad crecían aún más y el miedo era palpable en su mirada. Suspiró, estaba cansado sin realizar ningún tipo de ejercicio, el estrés mental era demasiado y se preguntó cuando fue la última vez que había estado tan nervioso, ya no lo recordaba, ni siquiera con Peggy se había sentido así. Sabía muy bien porque se encontraba de aquella forma, con esa inquietud que le carcomía el pecho, y era por el temor de perder a Tony, que no le diera la oportunidad para explicar y que no volviera a perdonarlo... La sola idea le causaba una angustia que no podía manejar, al mismo tiempo se sentía anhelante por volver a chocar de frente con las orbes miel de él, quería verlo de nuevo, tan sólo por eso se ponía tan nervioso como un chico de quince años frente a su primer amor. Rió ante la imagen mental que se hizo. ¿A Tony le gustaría igual aquel Steve delgado y enfermizo de quince años? Su inseguridad le decía que lo más probable es que no, pero al mismo tiempo quería creer que sí, que Tony no era de esas personas que se dejaban llevar sólo por las apariencias y que se enamoró de él, de Steve, de su esencia y no de su cuerpo. 

Al escuchar el sonido de las puertas del ascensor abriéndose para darle paso tragó en seco, era hora de ser valiente y soportar todo lo que aquel hombre tuviera para decirle. Pensaba que si lo dejaba descargar toda su frustración y enojo lo escucharía luego, así que estaba listo para lo que sea que podría suceder. 

Estaba listo para cualquier cosa... menos para lo que se encontró en la sala. 

Los ojos azules se iluminaron al encontrarse con un sonriente Iron Man, contagiándose de aquella mueca feliz. Pero la sonrisa de Rogers no duró mucho, no al ver a Bucky sentado cómodamente en el sillón de la sala principal de Tony. 

James se limitó a sonreír con nerviosismo y levantar una de sus manos a forma de saludo.— Hola Steve. 

Ni siquiera se dignó a responder el saludo de su amigo, casi hermano, sólo dirigió su mirada hacia Stark nuevamente, con la duda y los celos destellando en sus ojos.— ¿Qué hace él aquí?— Fue todo lo que dijo, esperando una respuesta que no lo hiciera molestar más de lo que ya lo estaba. 

— Hola Steve, ¿qué tal?, ¿cómo éstas? Yo muy bien por si te lo preguntabas.— Le dijo un sonriente Tony, no quería admitirlo pero estaba complacido con la situación. 

— Tony...

— Oh que descortés eres, no nos vemos hace bastante tiempo, ¿y sólo eso tienes para decirme?