ℝ𝕖𝕔𝕦𝕡𝕖𝕣𝕒𝕟𝕕𝕠𝕥𝕖 >>>𝒔𝒕𝒐𝒏𝒚

Victor von Doom

XX

Tierra-1610.

Llevaba ya varias horas espiándolos y comenzó hartarse de las palabras llenas de afecto que le dedicaba el rubio a su preciado objetivo. 

En ese lapso de tiempo muchas preguntas cruzaron por su mente, pero la que más le llegaba con insistencia fue... ¿cómo era posible que Anthony no se percatara de los sentimientos de aquel súper soldado? Si se veía a kilómetros el como quería apoderarse de lo que él mismo creía era suyo. Porque sí, para Víctor, Tony era de su pertenencia, y empezaba asquearse de ver como el gran Capitán América, en cada jodido universo, parecía robárselo. 

Creía que en universos como éste sería más sencillo para él llevarse al hombre de hierro, que se le dificultaría más donde ya eran una pareja aquellos dos, pero no era así. Hasta cuando no se habían dicho lo que sentían, Steve Rogers demostraba ser demasiado sobre protector y rondar a su al rededor. Hasta en éste, donde el capitán era muy devoto a la religión, sus creencias y era bastante homofóbico, no lograba separarlo de Tony, siempre tenía que estar cerca de él, no importaba cuantos universos o dimensiones haya recorrido. 

Un escalofrío viajó por su espina dorsal al recordar aquel sitio dentro de su propio universo, donde un Steve Rogers era un villano. No es que no pudiera hacerle frente al temido Capitán Hydra, pero la enferma obsesión que tenía ese rubio por Stark superaba la suya por mucho, y no quería meterse en aquellos terrenos, mucho menos hacer que ese hombre se entere de sus planes, podría querer hacer lo mismo que él. 

Rememoró las razones y el porque de su "amor" a Tony Stark. A su mente vinieron los recuerdos de aquel viaje donde intentó solicitar la ayuda de Morgan le Fay, pero todos sus planes fueron frustrados por la intervención de Iron Man. Si bien por ese entonces lo odió con toda su alma, casi al nivel en que había odiado a Richards, y juró venganza mortal por esa interferencia, a medida que el tiempo transcurrió y averiguó más sobre quien era realmente el hombre de hierro, más se interesó en él. Todo comenzó por ese fuerte resentimiento, por investigar todo sobre él y su vida para poder llevar a cabo una perfecta venganza, pero terminó cayendo ante el intelecto de ese genio. 

Víctor Von Doom también era uno de los hombres más inteligentes de la tierra, y siempre había tomado a todos aquellos con gran conocimiento como una competencia, tal como sucedió con Reed en su momento. Pero Tony Stark había logrado captar su atención de mil maneras que no podía describir. Lo admiraba, demasiado, y de esa profunda admiración pasó a un sentimiento que no creyó volver a sentir desde su rechazo por Valeria, amor. 

Por supuesto que Doom definía lo que sentía por Tony como amor, pero claramente era una obsesión para nada sana. Tanta era su fijación por Stark que no podía permitir que nadie más lo tuviera, en ningún tipo de universo o dimensión, y por ese mismo motivo es que detestaba tanto al Capitán América. El rubio tenía lo que él tanto deseaba y anhelaba, a Tony Stark junto a él, sin importar que Tony sea, o donde estuviera. 

— Como una maldita mosca.— Murmuró y vio con desagrado como aquellos dos cuerpos se acoplaban perfectamente sobre la cama de Anthony.— Bueno, aunque estén pegados éste es el mejor momento para actuar.

Frotó sus manos y de ambas comenzó a emanar un leve resplandor verde. Se adentró en la habitación y aquella pequeña y casi imperceptible luz rodeó a los dos hombres que se encontraban dormitando en la cama. Steve no estaba tan profundamente dormido como si lo estaba Stark, y al percibir una intromisión en el lugar se reincorporó con rapidez, pero no la suficiente como para no sucumbir ante el hechizo de Doom. 

En cámara lenta sus ojos se cerraron, y su pecho se comprimió al verse imposibilitado de ayudar y salvar a Tony. Apretó sus músculos en un vago intento por permanecer despierto, para que ese hechizo no le hiciera efecto y poder moverse, poder golpear a ese hombre que se estaba llevando a Stark entre sus brazos. Pero sólo pudo volver a caer en un profundo y tortuoso sueño, lamentándose por no haber podido hacer nada al respecto, tan sólo ser espectador de como la figura frente a él se desvanecía junto con Iron Man y con su propia consciencia.