Lejos del Sol he estado,
Apartado de toda pizca mi vida he sobrellevado,
Háblame de afecto y te responderé con frialdad,
Háblame de amor... y te responderé con maldad,
No he vislumbrado aquello que los demás aprecian con todo su ser,
Porque lancé la llave del cajón de mis emociones para dolor no volver a padecer,
Pero me equivoqué de decisión, puesto que dolor sufro a diario,
Dejando incluso a aquellos que me han amado de lado,
No he disfrutado del tacto del ser que me ha querido,
He pensado cuanto tiempo seguirá esa farsa atada a un sueño lívido,
Mis ríos de sangre varias veces se han desviado llegando al desierto de mi piel,
Y lo disfruto, sentir aquél calor, aquella sensación me hace sentir bien,
No lo justifico, no me malinterpreten, no hay razones válidas para aquella acción,
Pero es de las pocas cosas que logran hacerme sentir alguna emoción,
El amor no me llena, el odio no me llena, el humor no me llena,
La tristeza, el querer, el beber, el fumar, el dormir, el jugar ya no me llena,
¿Entonces qué hago aquí si mi vida no tiene algo a lo que apuntar?
Fácil... me ata la cobardía a este lugar
