Capitulo 5

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La eriza rosada acabó su presentación abriéndose de piernas en el escenario, ahora le agradecía internamente a toda su flexibilidad por ayudarla en un momento tan vergonzoso como este. Lanzó un beso al público colocándole la cereza al pastel.

Los machos de la audiencia empezaron a gritar y soltar sonidos primitivos mientras la chica rosada se iba tras bambalinas a paso rápido.

Silver: (se pone de pie - mira al rededor)

El erizo encontró con la mirada una pequeña entrada que se dirigía hacia atrás del escenario, camino sutilmente y se adentro sin que lo notaran encontrándose con las chicas que darían el siguiente show.

Silver: (se les acerca) disculpen... ¿De casualidad no saben donde está la señorita Rose?

La chica pájaro se acercó al oír el nombre.

Wave: ¿eres amigo de Amy?

Silver: (asiente) ¿sabes donde puedo encontrarla?

Wave lo miró nuevamente de manera inquisitiva, le cabía la posibilidad de que el Albino fuera un borracho obsesivo de la pelirosa.

Silver: por favor... Necesito hablar con ella.

La chica no pudo evitar mirar a esos honestos ojos color miel, la expresión del erizo era muy inocente como para tener malas intenciones. Sin embargo la chica no podía fiarse, ah trabajado muchos años en esto.

Wave: está bien querido, te llevaré con ella (lo agarra del pelaje) pero si resultas ser un acosador, yo misma haré que te saquen a patadas de aquí ¿entendido?

El Albino asintió seriamente mientras que Wave soltaba de su pelaje blanco.

Wave: bien, sígueme cariño (dijo esto último en un tono coqueto)

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Amy contaba su paga mientras salía de la oficina del robusto dueño, era suficiente para todo el mes, al fin se podía sentir tranquila.

Su tranquilidad no duró mucho cuando divisó al erizo mirarla perplejo junto a su compañera de trabajo.

El rostro de la pelirosa se torno blanco mientras de su frente empezaba a caer un sudor frío, el chico lo había presenciado todo.

Amy: si-silver... Puedo explicarlo--

Silver: e-eres... Tu...

El Albino no podía articular palabra de lo perplejo que estaba.

Amy: no es lo que crees--

Silver: ¿desde cuándo? (interrumpió con incredulidad)

Amy: silver--

Silver: (le insiste seriamente) ¿desde cuándo?

La pelirosa tragó saliva.

Amy: recién estoy empezando...

La eriza vio como la expresión del albino cambiaba, estaba atónito pero se podía notar una ligera pizca de alivio.

Amy: sólo bailo, lo juro--

Silver se acercó de manera rápida hacia la eriza, esta retrocedió unos pasos esperando lo peor de su amigo.

Del odio al amor Where stories live. Discover now