Ellos

7.

El agradable silencio se ve interrumpido por el desagradable sonidos de la alarma de su despertador. Debe ducharse, arreglarse y desayunar antes de acudir a esa reunión tan importante con la discográfica. Sin embargo, lo que se decida en ella no le preocupa en absoluto, para eso está su hermano. Extiende su brazo en esa cama tan impersonal de cualquier hotel de Madrid y recuerda que hoy nadie ha dormido a su lado.

Se arrepiente de no haber aprovechado bien el tiempo que tuvieron juntos durante su etapa de promoción de Eurovisión, pero ya no hay vuelta atrás. Ahora le toca disfrutar de lo que está por llegar, sabe que no será poco.

Decidida comienza su rutina diaria, no sin antes desearle los buenos días por WhatsApp. Está deseando que sea viernes para volver a verlo y cerrar esa pequeña gira de conciertos en su lugar favorito del mundo y rodeada de la gente que más quiere.

Una hora después, se plantan en la sede de la discográfica con la intención de cerrar los últimos flecos de la producción de su disco. Le informan de lo que está por llegar a su vida en las próximas semanas: a petición de su productor, la discográfica costeará un viaje a Nueva York para elaborar allí las maquetas de lo que será su primer disco. No da crédito a lo que escucha, ni ella ni su hermano. Sabe que Universal le ha dado carta blanca para sus creaciones, pero no imaginaba que apostarían tan fuerte por ella. Está excitada y deseosa de cortárselo a Alfred, sabe que no habrá nadie que se alegre más que él de esa nueva aventura. Estipulan también los tiempos de entrega: antes de diciembre tiene que estar todo perfecto para que su primer trabajo vea la luz para Navidades. Además, le repiten y le aseguran que será todo un éxito de ventas.

Pero eso a ella le da un poco igual, sólo quiere hacer buena música y las cifras de ventas para ella no son sinónimo de éxito. Sin embargo, no puede evitar sentir un poco de vértigo por todo lo que está a punto de suceder en los próximos meses. Y de nuevo ese dolor, esas punzadas en el centro de su pecho. ¿Qué esperan de ella? Realmente no ha compuesto en su vida, estos meses lo está haciendo por primera vez ayudada por su novio y por su hermano. No está segura de que eso sea lo que quieren en una discográfica como Universal.

Son las 12:30 y ha quedado con los chicos de Carolina Durante en un estudio a las afueras de Madrid. En verano gestaron una colaboración después de que se hiciera viral un story de Amaia en el que cantaba durante 15 segundos una de sus canciones. No pueden desaprovechar la oportunidad que la gallina de los huevos de oro del panorama musical mainstream les ha brindado y ella no puede negar que sería muy ventajoso abrirse un camino en el mundo indie gracias a la canción que van a grabar.

No puede quitarse de la cabeza todo lo que han hablado durante la reunión con Universal a lo largo del trayecto en coche. ¿Estará a la altura de las expectativas? Alfred siempre le dice que las superará porque todo lo que ella hace es arte, pero sabe que el chico no es objetivo. Está intentando digerir todas las emociones que tiene: va a grabar su primer disco con 19 años, con el productor de sus sueños y en Nueva York, la ciudad que nunca duerme. Es su sueño hecho realidad y es incapaz de sentir nada, sigue con las emociones tan bloqueadas como cuando salió de la Academia.

Llegan al estudio, sí que está lejos del centro de Madrid. Allí la esperan Diego, Juan, Martín y Mario. Se habían conocido en un breve encuentro en agosto, antes de que ella se fuera a Almería al último concierto de la gira con sus compañeros de Operación Triunfo y durante esa reunión le parecieron todos muy majos, aunque no entendía demasiado las bromas que se hacían entre ellos.

Su hermano y el representante del grupo mantienen una animada charla mientras el vocalista, Diego, le muestra la hoja con la letra de la canción que van a cantar.

—Mira, esta es la canción. Originalmente es de un colega nuestro, Marcelo, aunque realmente no lo conocemos en persona, pero es así muy random, muy buen tío —le dice Diego—, Mira, en la segunda estrofa es donde te toca a ti cantar. Nos dijo nuestro representante que te gusta tocar la guitarra, ¿verdad?