L E A R N.

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8. Aprender cosas nuevas.

Kirishima no era ni de cerca el mejor promedio de la clase, ni siquiera estaba entre los diez primeros, pero eso no significaba que fuera tonto o menos inteligente entre sus compañeros. Es mas, se consideraba una persona bastante lista que sabía que tenía la curiosidad y la capacidad de aprender las cosas sin tanta dificultad.

Siempre y cuando fuera algo que le interesaba, claro está.

Porque las matemáticas podía estar estudiándolas toda una tarde y solamente ser capaz de poder resolver uno que otro ejercicio sin ningún error en todo ese rato.

No era como Bakugo.

A medida que iban pasando los días y su amistad con el rubio aumentaba Kirishima había aprendido muchísimas cosas de él, pequeños detalles realmente, pero que de todos modos siempre se mantuvo atentos a recordarlos. Era peor que Midoriya con su análisis de héroes.

Había aprendido un montón de cosas, como que siempre que estaba enojado o triste alzaba sus hombros para refugiarse en él mismo, sobretodo al caminar.

O que también en las mañanas solamente era capaz de hablar más de dos palabras sin insultar si tenía un café sumamente amargo en su organismo y que estuviera muy caliente o su odio por el mundo aumentaba. Lo había comprobado personalmente.

O como que solía dormir justas ocho horas, ni un minuto más ni uno menos, y que la única manera en la que pudiera seguir durmiendo un poco más era cuando Kirishima le abrazaba por la cintura y le impedía moverse, poniendo luego su cabeza sobre su torso, haciendo que automáticamente Bakugo le rodeara con sus propios brazos y continuar por un par de horas más. Pero sólo los fines de semana.

También había aprendido que también solía morder mucho su labio inferior para no reírse cuando algo le causaba mucha gracia, tratando de mantener su imagen de chico rudo y serio incluso si un bufido salía de sus labios.

O también sabía la manera en la que odiaba cómo se le veían los lentes y por eso solamente los ocupaba cuando estaban solos en sus habitaciones y los usaba únicamente para estudiar.

Y sobretodo, aprendió que Bakugo siempre se preocupaba por sus amigos, incluso si decía que no lo eran, y se quitaba todo el crédito para que nadie le descubriera teniendo un buen gesto.

Porque estaba seguro que la persona que insultó a Mina por juntarse con mayormente hombres no fue golpeada por un fantasma que además le había amenazado para disculparse por haberla tratado de "fácil". También sabía que Kaminari había obtenido una batería nueva y portátil cuando la que ya tenía explotó por haberla sobrecargado al usarla en sí mismo, y aunque le haya dado las gracias a Sero, él negó completamente el habérsela dado. Además ese último había obtenido una serie de vendas especiales para sus codos cuando él se quejó que le dolían en frente del grupo. Pero sobretodo, Kirishima sabía que Bakugo había hecho todas esas cosas cuando un día olvidó comprar su tintura y su raíz de cabello negro comenzaba a salir, se sentía tan mal que ni siquiera salió de su habitación hasta que fue de noche, cuando todos estaban durmiendo, para poder comer algo, pero al momento de entrar a la cocina una caja con su tintura exacta estaba justo encima de la mesa.

Bakugo se lo negó, o mejor dicho, lo esquivó diciendo un "¿por qué asumes que me interesa tu cabello de mierda?", sin llegarle a dar una respuesta. Pero sabía que fue mérito suyo cuando recordó que solamente él sabía el número de tintura que usaba.

Había aprendido tantas cosas de Bakugo, que sentía que ya debía tener hasta un diploma.

Pero había una sola cosa en la que amaba su conocimiento en su totalidad. Hacerlo sonrojar.

You make me happy  || KiriBakuWhere stories live. Discover now