Ella es Emma Green. Todo iba normal en su vida, hasta que un día tiene que dejarlo todo en su país para irse a vivir a New York, EE.UU. ¿Por qué razón? El trabajo de su padre. Todo parece estar normal hasta que sucede el primer encuentro con su Veci...
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Asomo un poco mi cabeza detras de la pared y observo detenidamente a Charlie. Sus manos están en su cabeza y la mirada la tiene fija en la calle, donde hace unos minutos se había ido un Nick mareado.
Suspiro y caigo en cuenta de todo.
Nick.. ¿Enamorado de Charlie?
¡Claro! Todo tiene sentido.
Pero jamas me imaginé esto, y menos un día como hoy en una fiesta como esta. Un minuto después de que Charlie había salido del salón, yo necesitaba ir al baño ya que sino me iba a hacer del número uno encima. Cuando salí también del salón, fui por uno de los pasillos donde se encontraba el baño y hice lo que necesitaba hacer. Pero, cuando salí, fue inevitable no escuchar la voz de mi vecino y la de Nicholas; el cual se escuchaba devastado.
La curiosidad me tomó por completo y me quedé escuchando detrás de la pared. Al escuchar esa confesión, mi cuerpo simplemente no reaccionó, me quedé escondida analizando la situación inesperada. Por supuesto que no me molesta el hecho de que Nick esté enamorado de Charlie porque sé que él no lo ve de esa forma..
Pero si me entristece un poco todo esto.. Que su amistad no sea la misma por unos sentimientos no correspondidos. Y más aún el tener que fingir ser alguien que no eres, que simplemente no eres feliz cada día que te levantas de la cama..
Entiendo como debe estar Nick en estos momentos y no lo culpo. No importa si te gusta un chico o una chica, el amor es amor.
Oigo los pasos de Charlie acercándose hacia donde se encuentra la fiesta y antes que pueda entrar al gran salón, lo detengo agarrándolo del brazo; haciendo que se asuste y me mire sorprendido.
—Lo siento—digo—, no quería asustarte.
El suspira y se coloca al frente de mi.
—Escuchaste todo, ¿verdad?
—Si, iba volviendo a la fiesta pero sus voces me detuvo.
Charlie baja su mirada al suelo y comienza a negar con su cabeza. Lo agarro suavemente de las mejillas y lo obligo a mirarme a los ojos.
—Tranquilo,—sus lindos ojos azules me observan— todo va a estar bien.
—¿Que se supone que debo hacer?—su voz tiembla un poco— no quiero que Nick piense que no quiero saber nada de él. Por mas que nos hayamos separado todo este tiempo, aún sigue siendo importante para mí.
—Bueno, entonces búscalo el lunes y habla con él—doy una leve sonrisa— ya es hora de que hablen como debe ser.
—Lo se, es verdad—una linda sonrisa se asoma en la comisura de sus labios— lo buscaré el lunes.
—Bien.
Voltea su cabeza hacia la entrada de salón, donde se oye al fondo la música y las voces de los demás para luego volver a mírame.
