Extra 2

6.1K 569 172
                                    

 Sangre, oscuridad y un brillo carmesí

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

 Sangre, oscuridad y un brillo carmesí.

La primera vez, fue la noche de aquel incendio: las llamas consumían todo; el líquido rojo escapaba de los cuerpos sin vida en los pasillos de aquella mansión infernal; y el resplandor del fuego desaparecía, con cada paso dado, reemplazado por la oscuridad de la noche. Los gritos de auxilio y piedad como eco en sus oidos, la desesperación en aquellas voces y el lamento de las almas lo perseguían.

La última fue en aquella cueva, donde el karma cobró su deuda, y la sangre derramada en paredes y tierra era la suya. Podía escuchar una risa, fría y entusiasta, lenta y profunda. A lo lejos, ocultó entre las tinieblas, un par de ojos y aquella marca maldita se burlaban, ambos brillando con la misma intensidad que la sangre de los muertos que maldijeron su destino.

Sin embargo, hubo otra ocasión, ese momento intermedio en su vida. Un hombre apuesto, deslumbrante en más de un sentido, con sus habituales pulcras ropas ahora cubiertas de grandes manchas rojizas; ojos del color de las mismas llamas que lo atormentaban; una oscuridad infinita cuando respiro por última vez.

El grito desgarrador proveniente de su garganta fue lo último que percibió de tal paisaje en su sueño, del recuerdo de otro tiempo, de un suceso de otro mundo.

Respiraba con dificultad, el mareo de su movimiento apresurado casi lo derrumba de nuevo en la cama.

Estaba helado. Aún podía sentir el cuerpo sin vida en sus manos.

Sus párpados acuosos advirtieron la pena en su corazón.

Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que su mundo original le fue recordado en sueños.

Los primeros meses tales imágenes al dormir eran continuas. Yue Qingyuan incluso llegó a dormir sentado a su lado para tranquilizarlo en su brusco despertar.

Todo está bien— decía— Todo ha pasado, Xiao Jiu.

Incluso cuando no sabía sobre los tormentos en su mente; aún en su ignorancia de exactamente qué ya había pasado; la mera presencia de Yue Qingyuan, el verlo vivo, consiguió eliminar con el tiempo los vestigios oníricos de su mundo abandonado.

Después, con Liu Qingge ocupando su tiempo nocturno, su pensamientos antes de un sueño profundo, los malos recuerdos pronto fueron desplazados al olvido. 

Las noches continuaron sin torturas mentales por mucho tiempo hasta ese momento.

No le resultaba difícil entender qué había traído de regreso los recuerdos dolorosos. Todo indicaba que aún no estaba listo (¿alguna vez lo estaría?) para enfrentar al Luo Binghe de su mundo actual. De ser posible, esperaba alejarse lo más posible del gobernante demoniaco.

Por supuesto, una sola mirada bastaba para saber qué la bestia, aún sí continuaba siendo una bestia, estaba domada y domesticada; en nada se parecía al tirano que conocía.

Una segunda oportunidadحيث تعيش القصص. اكتشف الآن