Extra 1

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Aún cuando sus pasos y andar lucían serenos y calmados, e incluso su rostro no mostraba ningún signo de preocupación, Luo Binghe podía decirlo con certeza: su amado Shizun estaba ansioso, intranquilo

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Aún cuando sus pasos y andar lucían serenos y calmados, e incluso su rostro no mostraba ningún signo de preocupación, Luo Binghe podía decirlo con certeza: su amado Shizun estaba ansioso, intranquilo.

Nadie más podría percatarse, pero Luo Binghe no era como cualquier otra persona. Él se había dedicado a estudiar cada uno de los rasgos de su Shizun por años, ya sea una ligera arruga en la frente o la tensión en los músculos, había aprendido a identificar cada ligero cambio para proporcionar lo que el Maestro del Pico Qing Jing quería sin necesidad de pedirlo.

Sin embargo, incluso para Luo Binghe, quién estaba versado en la lectura de su Shizun, estás emociones eran bastante nuevas. Quizá por eso eran aún más fáciles de notar, pues no eran mostradas con regularidad.

Había sido de esa forma desde su última visita a Cang Qiong, un mes atrás. La plática que mantuvo su Shizun con el Líder de Secta Yue aquella vez había permanecido en sus pensamientos, preocupando a su mente.

A Luo Binghe no le sorprendió la solicitud de regresar con un mes de antelación a la Secta.

Y, si bien no le gustaba acercarse a la montaña donde una vez fue un discípulo ejemplar por su constante temor de perder ahí a su ser más amado, Luo Binghe nunca le negaría nada a Shen Qingqiu.

Fue de esa forma que ambos se encontraban subiendo hacia el Pico Qing Jing, para sorpresa de las personas que los veían y estaban acostumbrados a sus visitas bimestrales.

Por otro lado, sí Luo Binghe podía notar la inquietud de Shen Qingqiu por unas pocas arrugas en su frente a pesar de su máscara de indiferencia, ¡los lectores deben de imaginar su nivel de crisis mental!

¡Estaba aterrado! El simple hecho de imaginar  al Shen Qingqiu original volviendo a tener el control y tutoría de sus discípulos, regresandolos a ser unos niños sin vida y maltratados por tal Señor infame lo hacía no poder dormir tranquilo.

¡Se supone que estaría lejos! ¡Creía firmemente en que no tenía que volver a preocuparse por él!

Los primeros tres meses desde su llegada Shen Qingqiu aún se mantuvo receloso a cualquier persona nueva que conociera, en todo lugar donde se encontraba fuera de los dominios de Luo Binghe e incluso reacio a probar algo más que la comida de su esposo (algo que a Luo Binghe le fascinó...).

Sin embargo, después del cuarto mes, al encontrar de vuelta a Yue Qingyuan en Cang Qiong, por fin se sintió relajado al respecto.

Desde que se enteró del viaje que emprendería con el original no dejo de temer por la vida de su Shixiong, todos los días despertaba con el miedo a la llegada de un mensajero pidiéndole regresar a la Secta por la muerte del Líder en algún trágico accidente.

Aún cuando no abordaron el tema demasiado, por la poca información que Yue Qingyuan le brindó llegó a la conclusión que temer era innecesario. Todo parecía indicar que el Shen Qingqiu original decía la verdad y no planeaba nada maligno.

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora