Extra 6

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Durante una semana, los miembros de la montaña Cang Qiong no supieron nada del Señor del Pico Bai Zhan

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Durante una semana, los miembros de la montaña Cang Qiong no supieron nada del Señor del Pico Bai Zhan.

Cuando noticias de Liu Qingge por fin llegaron, eran acompañadas con la compañía de otro hombre, el hombre que después sería conocido como el Señor Suplente del Pico Qing Jing, y en un tiempo posterior como el amante del Dios de la Guerra, para, finalmente, terminar por ser conocido como el esposo de dicho Señor de Cumbre.

Una vez todos se percataron del tipo de relación que mantenían ambos hombres, surgieron diversos comentarios y teorías sobre cómo llegaron a relacionarse entre sí, cómo se encontraron, cómo se enamoraron.

Inevitablemente, el lapso de desaparición de una semana llegó a la mente de muchos. ¿Qué ocurrió esos 7 días?

Fue el tema de debate durante un tiempo por los jóvenes discípulos de todos los Picos, inclusive de algunos Señores Máximos.

Historias era contadas, unas eran tiernas y dulces, otras lascivas y lujuriosas. Pero lo que ocurrió realmente durante ese periodo de tiempo, sólo los dos involucrados lo saben con certeza...

Aunque hay un libro circulando después de su boda que, sí Shen Jiu y Liu Qingge leyeran, se preguntarían como se enteró el autor de esos sucesos.

Aunque hay un libro circulando después de su boda que, sí Shen Jiu y Liu Qingge leyeran, se preguntarían como se enteró el autor de esos sucesos

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Tras una muy breve discusión, Shen Jiu y Liu Qingge decidieron permanecer algunos días más alejados de Cang Qiong.

Eran una pareja recién establecida, ¿cuál era la prisa por regresar?

En cuanto volvieran tendrían muchos asuntos que arreglar, el tiempo que podrían pasar juntos se reduciría de nuevo. ¿Por qué no, entonces, disfrutar unos días de sus sentimientos recién descubiertos solos?

Pero, aunque a Shen Jiu le atraía la idea de permanecer acurrucado junto a Liu Qingge todo el día, sus cuerpos tenían necesidades fisiológicas diferentes al sexo, y una de ellas era, tristemente, el hambre.

El hambre por sí sola no es un problema; el dilema llega cuando no tienes con qué alimentarte.

Y, aunque Shen Jiu tenía un buen repertorio de alimentos la noche anterior, muy poco había sobrevivido a la buena voluntad de Liu Qingge.

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora