La bella Momo

3.1K 219 43
                                    

De nuevo estoy en la habitación de una de mis compañeras escuchando sus problemas amorosos. Todo empezó cuando hace un mes preocupado por una de mis mejores amigas, harto de ver como oculta que algo la daña. Con una tonta excusa de que necesitaba ayuda con un tema que ya no recuerdo de lo falso que era. En cuanto había llegado la acórale empezando a pelear hasta que se derrumbó en lágrimas que amargas corrían por sus rosas mejillas, solo pude abrazarla hasta que se calmó. Al fin más tranquila tras desahogarse confeso estar enamorada de nuestro otro amigo, Sero y yo como el genial amigo que soy, le ayude a conquistarlo. No con los métodos más finos y suaves, pero lo importante es que una semana después empezaron a salir.

Entusiasmada por mi hazaña dijo que si se lo podía contar a las chicas y yo solo me encogí de hombros ¿qué era lo peor que podía pasar? Hoy Momo se me acerco nerviosa pidiéndome si podía hablar a solas conmigo yo solo asentí avergonzándome porque me invitara a su habitación, pero no la iba  contradecir en ningún momento pues parecía ser algo importante.

Tras las clases nos fuimos juntos a su habitación de princesa de cuento. Ella se sentó en la cama palmeando para que tome asiento a su lado tras cerrar la puerta. Había sentido las miradas de odio por parte de Mineta pero en verdad no me importaba, ya que no había hecho nada malo.

-¿Dime Yomomo que pasa?- al fin después de un largo rato en silencio decidí hablar pues me estoy poniendo nervioso.

-Mina me conto lo que hiciste por ella y... me da vergüenza pedírtelo pero...-habla con voz rota y las mejillas rojas antes de ponerse a llorar como si se tratara de un niño que se separó de su madre.

-Shsssss tranquila puedes confiar en mí – sonrió sin saber cómo calmarla y temiendo tocarla. Pues visto como actualmente está la sociedad, podría considerarse indebido y conociendo mi fama de ligón mejor no arriesgarme.

-Me gusta Todoroki, pero el solo tiene ojos para Midoriya y yo...yo ya no sé qué hacer- dice parando de llorar con la nariz y ojos rojos. Dada la situación contengo mis ganas de reir pues estoy viendo a la perfecta Momo en su pero cara.

-Hare lo que pueda – le doy mi mejor sonrisa tendiéndole mi mano pero ella me abraza por lo que no dudo en devolvérselo. Nadie puede culparme ya que ella fue quien inicio el contacto.

-Eres un buen amigo –me dice más feliz. Solo suspiro al ser Frenzoneado de nuevo y estas vez sin buscarlo.

Tras eso Salí de su habitación cruzándome con mi próxima presa. El al chocar con mi hombro juraría que me amenazo, aunque podía solo ser mi imaginación. Iría con Midoriya ya que ellos son buenos amigos y le haría muchas preguntas para conocerlo mejor antes de decidir cómo actuar. Con este pensamiento me encamino al cuarto del pecoso cruzándome con Tshuyu y Tokoyami que hablaban junto a Uraraka. La cual en su camisa de tirantes negra, esa que marca todas sus curvas e indica acaba de estar practicando en el gimnasio.

-¿Sabéis donde esta Midoriya?- les pregunto a la morena que sonrojada asiente. Solo un ciego no podría darse cuenta de que moría por cada una de las pecas del peliverde .El cual tenía una enfermiza obsesión sadomasoquista con mi explosivo amigo.

-Salió fuera a entrenar- habla bajito, por lo que me cuesta un poco entenderla. Solo la doy las gracias con gran sonrisa corriendo hasta el jardín. En el sin camisa y dejando expuesta su llena de cicatrices piel, la cual esta iluminada por la luz de la luna llena que esa noche ilumina todo. Ya me había dado cuenta antes, pero ahora al ver como hace flexiones a una sola mano de espaldas a mi solo puedo envidiar su marcado cuerpo.

-Hey Midoriya – saludo sentándome a su lado con gran sonrisa apunto de pedirle el favor. Estoy algo nervioso por si se llega a negar, pero pienso apelar a ese lado de malvavisco suyo como si mi vida dependiera de ello.

Yo sere tu cupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora