Que nunca gane el miedo

Parte XXX

Narra Natalia:

- Perdona a Sabela, en realidad no te odia tanto, es solo que quiere mucho a Alba y la niña.

Dijo María poco convencida.

- Vaya, ese no te odia tanto me ha dolido. No, en serio, lo entiendo. Es más, entendería incluso que tu me odiaras también.

- Es innegable que te odio un poco. Pero si te sirve de algo te quiero más de lo que te odio.

Puse una mueca de dolor y ella sonrió.

- Ha tenido que ser duro para Alba, quiero decir, que, aunque fuera algo que ella decidiera, lejos de su familia, no se ha tenido que suponer un gran paso en su vida.

- Bueno realmente no es algo que ella decidiera, fue algo que pasó. Y ella decidió que hacer con aquello que había pasado. Aun así, es una valiente, siempre lo ha sido.

- Os tiene a vosotras.

- Y ahora a ti ¿no?

- No se María, igual me estoy equivocando. No quiero hacerla sufrir y tampoco quiero pasarlo mal yo.

- Natalia esto no se rompió en un día y no se va a arreglar en un día. Si no vas a tener la paciencia y el tiempo que ella merece es mejor que te pires.

- No es eso. Se lo que quiero. Pero es que desde que volví a verla mi mundo esta vuelto totalmente. Me había acostumbrado a no sentir ese pellizco en el pecho cuando la tengo cerca y no se si ahora podría renunciar a eso. Esto es una puta mierda tía.

- Fuiste una gilipollas.

- Gracias, tu sinceridad es un puñal.

- No me has dejado terminar. Fuiste una gilipollas, pero ahora estas intentando arreglarlo. Conozco a Alba, es una de las mejores personas que he tenido la conocer en mi puta vida. Es honesta, fuerte y valiente. Si no quisiera verte, créeme, no os habrías vuelto a ver.

- ¿Y si nunca soy suficiente para ella? ¿Y si solo quiere que una amistad?

- Pues tendrás quedarte y averiguarlo, mira tal y como yo lo veo, no estas en condiciones de poner excusas. La vida es así, nunca sabes si las decisiones que tomes te van a llevar a donde quieres, pero si no lo intentas ya estas perdida.

- Joder María, ¿en que momento te has convertido en un puto oráculo?

- Si estas esperando escucharme decir que esto no tiene sentido, no seré yo la que lo haga. Coño también pensé que tú no triunfarías y ahora las dos comemos de tus dotes.

- Siempre has tenido mucha confianza en mí.

Le dije dándole un codazo.

- No tía, pero reconoce que algunas de tus canciones son un poco corta-venas. Y tu rollo tía mala de la música no te beneficiaba mucho. Menos mal que te hemos reciclado cariño, porque tu cara de borracha no queda nada bien en las revistas.

- En eso te doy la razón. Gano mucho cuando voy sobria.

- Hablando de revistas....

- María, no estamos hablando de eso.

- Me da igual, el caso es que te vas a enfadar, así que yo lo suelto rápido y como vamos en mi coche y voy conduciendo yo pues te tragas el enfado.

- ¿Que has hecho ya?

- A ver, hay una revista que te quiere sacar en portada con otras cantantes españolas, Rosalía, Mala Rodríguez....

- No salgo en revistas, creo que eso había quedado claro.