1.- Run.

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Dos niños se encontraban jugando a las atrapadillas. Corrían de un lado al otro en la casa, gritaban, reían...en fin. Ellos se divertían totalmente.

La niña corrió hacia el cuarto de su tía a esconderse de su hermano. Abrió la puerta del closet y calculó si había espacio suficiente para que pudiera entrar ahí. Había una caja que parecía a punto de caerse pero ella simplemente no le dio importancia.

— ¡_____! ¡Verás que pronto te voy a encontrar! — gritó su hermano. Él se encontraba en la parte de abajo. Ella volteó y por accidente le dio un golpe a la caja que se encontraba en el closet y esta cayó dejando varios papeles desordenados. El niño al escuchar eso subió rápidamente las escaleras y ahí se encontró a su hermana recogiendo todo ese desorden — ¿Y esos papeles? — preguntó y se agachó al lado de su pequeña hermana.

— Ni idea — respondió. Agarró uno de esos papeles y le dio vuelta. Iba a comenzar a leer cuando en eso su tía entró al cuarto. Se acercó a ellos y los agarró fuertemente de las muñecas. Ellos soltaron un quejido de dolor.

— ¿Qué rayos están haciendo?

— ¡Tía, nos lastimas! — dijo la niña y en ese momento la mujer soltó a ambos niños.

— ¡Salgan de mi cuarto y dejen eso inmediatamente! No quiero volver a verlos aquí dentro... ¿Entendido? — los niños asintieron. Salieron del cuarto corriendo y se dirigieron a sus habitaciones. La tía de ambos solo se quedó recogiendo y poniendo los papeles en orden. Dejó la caja en su lugar y salió de la habitación.

Mientras tanto el niño se había ido al cuarto de su hermana, ya que presentía que ella iba a estar llorando en ese momento. Abrió la puerta con cuidado y la vio sentada en su cama, abrazando a su oso de peluche mientras lloraba en silencio. Se acercó y la abrazó. Ella le correspondió el abrazo.

— Ya... tranquila. No pasa nada. No llores por favor, porque me vas a hacer llorar a mí también — susurró y ella asintió. Él agarró la caja de pañuelos que había encima del mueble que estaba al lado de la cama, sacó uno y limpió las lágrimas a su hermana.

— Gracias Suho — él sonrió.

— No tienes nada de que agradecer.

— ¿Qué crees que haya en esa caja?

— Ni idea. Pero tarde o temprano lo vamos a saber... tu tranquila.

— Oye Suho... ¿Cómo crees que serían las cosas si mamá y papá siguieran vivos? — él se quedó pensando en eso un momento y luego volvió a abrazar a su hermana.

— Seríamos más felices, eso te lo aseguro.

~ ~ ~ ~ ~ ~ 7 años después ~ ~ ~ ~ ~ ~

Era un hermoso día soleado, perfecto para salir con amigos al parque o ir por una nieve. Pero _____ prefería quedarse en casa junto con Suho. Faltaban pocos días para que llegara el mes de diciembre. _____ se sentía muy emocionada ya que en ese mes cumpliría por fin sus 17 años.

Se levantó, bajo los escalones y se dirigió a la cocina. Se percató de que se encontraba su desayuno servido en la mesa: Unos deliciosos Hot Cakes con mermelada de fresa. Se sirvió un vaso de leche, agarró su plato y se dirigió a la sala ya que ahí se encontraba su hermano.

— Buenos días dormilona ¡Hasta que despiertas!

— Buenos días Suho — le dio una pequeña palmada a su hermano en el hombro. Ella se acomodó y comenzó a desayunar mientras veía a su hermano jugar videojuegos. Pero no era cualquier videojuego, sino Resident Evil. Uno de los juegos favoritos de su querido hermano — ¿Cuánto tiempo llevas jugando?

Miracles In December [EXO y tú] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora