Leave it to me, partner

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Según registros antiguos, la tierra alguna vez estuvo llena de plantas y árboles.
Las personas iban de vacaciones a "playas", lugares donde podían ver el mar y entrar, sin que se la piel se hubiese corroído como si fuera ácido.
Según esos mismos registros, el sol no dejaba quemaduras de tercer grado por estar una hora sin protección.
El agua era ilimitada, había ríos donde solían ducharse y lavar.
Además, las personas eran simples humanos, no tenían ninguna habilidad especial ni cuerpos resistentes y sus sentidos eran poco desarrollados.

Aún con eso, se las arreglaron para sobrevivir por más de 5000 mil años.
Después colapsaron.

Hubo miseria por doquier y los pocos sobrevivientes dejaron de ser humanos,  empezaron a desarrollar habilidades. Ahora somos llamados Baikoh.
Las habilidades en cada Baikoh son tan variadas como las culturas que antes existieron.

Al inicio muchas de esas habilidades fueron usadas para saquear, asesinar y destruir. Por eso, el gobierno creó un escuadrón especial para retener, controlar o asesinar -en el peor de los casos- a los Baikoh que ponían en riesgo la seguridad.
Dicho escuadrón es elegido especialmente, son elegidos entre lo mejor de lo mejor.

Aún así, entre la élite, cada generación se elije a dos personas que, en conjunto, son invencibles. Antes de jubilarse, ellos entrenan a una nueva generación.
Así ha sido por los últimos 200 años, al menos hasta hace tres, cuando los dos elegidos traicionaron sus puestos y crearon la mayor organización enemiga que haya existido.

Los registros de este suceso fueron desaparecidos, sin embargo, la traición es un secreto a voces, entre los pasillos puedes escuchar a los veteranos contando a los novatos como lucharon junto al soukoku, pero nadie sabe qué les hizo traicionar y dejar su bando.

Lo que es seguro, es que fue completamente planeado, por años probablemente, porque entrenaron a sus reemplazos sin que nadie lo notara. Fingiendo amistad para con ellos.

El par de chicos,  Ryunosuke Akuragawa y Atsushi Nakajima, tienen un gran rencor a quienes un día fueran sus maestros. Desde que desaparecieron no han hecho más que entrenar para un día enfrentarlos.

El día ha llegado.

Las últimas semanas han estado rastreándolos, uniendo pista por pista,  y aunque el shin soukoku sabe ellos han dejado los rastreen no pueden evitar ir a buscarles, para al menos saber por qué se fueron.

Hoy, parados frente al edificio donde se esconden, se miran fijamente, se confirman mutuamente estar listos y con armas en mano entran a la edificación.

Lo que hay dentro es algo que nunca habrían esperado:
Una casa decorada al estilo antiguo (del siglo 20), el olor a comida (comida normal, no deshidratada)  y a sus antiguos mentores acomodando el comedor.

Visten ropas ligeras, ningún escudo, defensa o arma está a la vista y eso provoca sientan han viajado en el tiempo. El asombro es tanto que se quedan inmóviles hasta que Dazai les dirige la palabra.

ー Ya era hora de que llegaran, niños. Espero no hayan comido nada, deben probar lo que ha preparado Chūya.

Atsushi está tan asombrado que no logra mover un músculo. Akutagawa, por el contrario, levanta su arma y apunta a Dazai.

Chūya da unas palmaditas en el hombro del más alto, llamando su atención. Le da una mirada significativa y Osamu suspira como respuesta.

ー Bajen las armas. No vamos a hacerles daño, pero tampoco pienso hablar si no he comido. Así que laven sus manos y siéntense.

Quizá sea porque estando ahí parece que el mundo exterior es una fantasía, tal vez porque saben que Chūya no miente o quizá porque dentro de sí, aún confían en ellos y la comida huele bastante bien. Sea cual sea la razón, obedecen.

La comida transcurre en silencio por parte de Atsushi y Ryunosuke, Dazai y Chūya, al contrario, roban comida del plato contrario, se dan ligeros golpesitos y ríen a momentos.

Dentro de la mente de Akutagawa, la respuesta que ha estado buscando empieza a surgir.

Al terminar Dazai recoge los platos, el silencio incómodo surge de nuevo. Chūya, desesperado, está a punto de gritar. Es en turno de Dazai de darle unos golpecitos en el hombro.

ー Déjamelo a mi, compañero.

Nakahara le sonríe y la charla que tantos años han esperado por fin da inicio.

ー¿Conocen su código?

ー De memoria. Usted nos lo hizo memorizar.

ー Es verdad, Atsushi, les hice aprenderlo llegando al límite que lo soñabanー dice con una risita y sin evitarlo el albino se sonroja, Akutagawa finge algo que tos, pero es obvio para todos está recordando cuando Atsushi le despertaba por murmurarlo entre sueños ー Han crecido mucho desde entonces...ー suspiraー ¿pueden recitarme el artículo 58 del código de los guardianes?

ー ¿El de las relaciones personales?

ー Ese mismo, Atsushi, demuéstrame que tus traumas en sueños han servido de algo.

ー sobre los guardianes de Paz y sus relaciones personalesー inicia poniéndose de pie, con la mano derecha hecha un puño sobre el corazón. ー Todo guardian...

ーCincuenta  y ocho punto seis, por favor. ー interrumpe Chūya.

ーChuuuyaaaa, quería ver si lo recordaba completo ー reclama Dazai.

ーA lo que vamosー dice pegándole ligeramente en la cabezaー adelante,  Atsushi.

ー Todo guardian de paz debe renunciar a contraer matrimonio y todo tipo de relación amorosa.

Dazai aplaude, Chūya suspira y Akutagawa confirma que que ha estado pensando desde que inicio la comida. El sentimiento de estupidez le embarga al no haberlo pensado estos años.

ーY... ¿Con quién van a casarse? ー la pregunta es hecha por Atsushi y Ryunosuke se da cuenta que él no es tan estúpido. El soukoku ríe a carcajadas al escucharle.

ーAtsushi, yo sería capaz de destruir todo este mundo con tal de que Chūya sea feliz.
ー la respuesta es dicha de forma tal seria y oscura que el comedor se vuelve a sumir en silencio, intentando comprender lo que Dazai a dicho y el significado real de ello.

ー¡Los asustas!ー reclama Chūya y Dazai vuelve a sonreír, sus pílulas volviendo a la normalidad, escondiendo el demonio que en realidad es.

ー¿Ese es su plan entonces? ¿Destruir todo?

ーSi, Akutagawa.  Este sistema no va a permitir nunca que estemos juntos, después de todo, desde la casi extinción los humanos nuestra prioridad es procrear. Si debo romper las normas existentes y crear nuevas para estar junto a Chūya, lo haré.

ー¿Y si nos oponemos?  ー pregunta esta vez Atsushi, mostrando la seriedad y determinación que solo muestra cuando de proteger a otros se trata.

ー No lo haránー dice Dazai viendo fijamente a Ryunosuke ー¿Verdad?

Antes de que Atsushi vuelva a contestar,  Ryunosuke se adelanta.

ー No lo haremos. No los hemos visto desde que se fueron, hoy las pistas resultaron erróneas.

Atsushi no logra reclamar porque el pelinegro se levanta y le jala hacia la salida.

El soukoku, en el comedor, les observa irse.

ー¿De verdad no lo dirá?

ー No lo hará. En unos años se unirán a nosotros, ya lo verás.

Nakahara no está muy seguro de eso, pero sabe que Dazai no falla al predecir algo, por eso se limita a abrazarlo.
Él no lo ha dicho, pero así como Dazai es capaz de destruir todo para estar con él, él tampoco dudará en matar a todos si es necesario para que Dazai sea feliz.

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Lo sientoooo
Este es el de ayer, tuve unas cosas que hacer y no pude escribirlo hasta hoy.
Más tarde publicaré el correspondiente al día de hoy.
Gracias por leer~

Soukoku Week 2019Where stories live. Discover now