Inducción |h.s

Capítulo 11

"Suspiraban lo mismo los dos"

Cuando mi madre abre la puerta, descubro que sus ojos brillan al verme junto a Jace. Ella realmente planea que termine junto a mi vecino, pero no es lo que planeo para mi, es decir, Jace me agrada como un amigo, no creo poder sentir lo mismo que sentí cuando William me besó, es decir, todavía estoy sin poder respirar normalmente.

-¡Haz vuelto! -Mamá me da un pequeño abrazo, y también a Jace, quien le sonríe dulcemente -¿Cómo fue la salida con Caroline, han visto lindos vestidos de graduación? Por cierto, creo que tienes que hablar de eso con Jace. -Ella me mira fijamente y asiento.

-Claro. -Acepto, sin nada más que decir. Solo espero que Jace no me delate en esto, todavía. Si mi madre llega a descubrir mi reciente encuentro con William a su espalda, va a volverse completamente loca.

-¡De acuerdo! La cena está servida. -Dice, y los dos salimos tras de ella, hasta llegar al comedor. Los padres de Jace están ya en la mesa, con copas de vino en sus manos, ellos dos giran a vernos y sonríen, de pronto me doy cuenta que nadie en esta casa hace más que sonreír.

-Gracy. -La señora Collins se pone de pie y me da un beso en cada mejilla, ella luce impecable como siempre, con su cabello rubio intenso, al igual que el de Jace.

-Hola, Monique. -Saludo amigablemente a la señora -Hola Señor Collins. -El padre de Jace me da también, un beso en la mejilla y tomo asiento junto a Elliot, sentado en un costado de la mesa, con el teléfono en la mano.

Todos tomamos asiento al rededor de la mesa de madera oscura, la escena me parece familiar, conozco a la familia Collins desde que tengo uso de razón y ellos siempre estuvieron con nosotros, sobretodo cuando mi madre pasaba por un difícil momento con mi padre. Aquellos días oscuros vienen a mi y los tiro a la parte posterior de mi cabeza, tratando de que no me afecten como siempre lo hacen, aunque siempre vuelven a mi.

-Así que ¿Qué vas a hacer después de la escuela, Gracy? -El señor Collins me pregunta y llevo mis ojos hacia mi madre. Ese es un tema que usualmente no tocamos en la cena.

-Grace está todavía definiéndolo. -Ella explica y todos asienten -¿Qué vas a hace tú, Jace? -Mi madre se dirige al chico rubio frente a mi, sus ojos celestes se incorporan en la mesa y se que él todavía está en el pensamiento de William.

-Contador. -Jace esboza una falsa sonrisa y todos están asombrados y de acuerdo, completamente orgullosos de él.

-Eso te dará un gran futuro. Él es un buen partido, hija. -Mamá me guiña un ojo y corro mi vista hacia mi hermano, todavía sumido en la pantalla táctil de su nuevo teléfono.

-Ser contador es una mierda, es decir, tienes mucho trabajo y estudio. -Él alza los hombros y la boca de los invitados cae abierta. Mi madre comienza a respirar rápido y su nariz se hincha.

-Elliot Miller. -Ella usa su duro tono -Suelta el teléfono y se educado con los invitados. -Ordena. Sé lo que ella está pensando ahora mismo, sus apagados ojos me lo dicen.

El señor y señora Collins distraen a mamá de otra cosa y miro a mi hermano, él me recuerda a mi padre de inmediato e intento apartar el pensamiento. Quizás deberían pasar menos tiempo juntos, él me odiaría si le dijera eso a mi madre.

-Elliot, deja el teléfono, no hagas molestar a mamá. -Yo le susurro en voz baja y él pone los ojos, soltando el teléfono con fuerza en la mesa.

-Como sea, cucaracha. -Mi hermano se dedica a comer y callar el resto de la cena, la cual termina después de largos y largos minutos. Mamá presenta el postre -¿Puedo levantarme? -Elliot la mira y sus buenos modales vuelven, ella asiente.