Primera parte de la saga: Reglas
-sos muy linda, pero la primera regla para estar conmigo es que no te enganches, ¿ok?
-¿qué te hace creer que quiero otra cosa de vos ?, grábate tus propias palabras, no vaya a ser que el enganchado después seas vo...
Había dormido una siesta que se me había extendido más de la cuenta y ahora tenía que prepararme para salir en menos de una hora y media.
Luego de ducharme a la velocidad de la luz, pase a secarme el cabello para luego plancharlo dando solo un par de pasadas con el caliente aparato por la falta de tiempo.
La ropa, que drama era la ropa, después de revolver, tirar y desparramar todo lo que se encontraba adentro del placard encontré un top brilloso y una pollera de tubo que parecían ser un buen outfit para salir esta noche.
Con el tiempo contado me maquillé ligeramente y una vez lista llame a Pia, mi mejor amiga para pasarla a buscar.
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—cuídense mucho y no se separen — soltó mi mamá dejándonos en la puerta del edificio de Felipe, el mejor amigo del novio de Pia. Lugar donde se hacía la previa.
—si ma, no te preocupes — dije dejando un beso en su cachete, intentando no mancharla con mi labial
— a las 6 como mucho te quiero en casa Ro, cualquier cosa me llamas y sino queda otra te vengo a buscar — hablo mi mamá dándome mil indicaciones
— está bien, nos tomamos un Uber. Pia viene a casa — dije bajando del auto y agarrando el brazo de Pia para llegar a la puerta del gran edificio.
— blda no voy a conocer a nadie — solté torturando a mi amiga por vigésima vez con el tema
— me conoces a mi, a Tomi y además el resto son todos re buena onda, te van a incluir enseguida. No te hagas drama al pedo — trato de tranquilizarme mi amiga suspirando con fuerza
— vos y Tomi, van a estar pegados y yo me voy a quedar sola — dije encaprichada como nena chiquita. De todas formas era cierto, Pia y el novio eran insoportables juntos, no se separaban un segundo
— Roma lpm, no te vas a quedar sola, hacete amigos de los otros, las chicas son re piolas también, aparte...— mi amiga no pudo terminar la idea ya que Felipe ya estaba abriéndonos las puertas.
Despedimos a mi mamá de lejos, que estaba esperando a que entráramos y una vez allí nos encaminamos hacia el ascensor.
— ¿vos debes ser Roma no? —dijo cortando el silencio incómodo que se había formado en el cubículo de 1x1 donde nos encontrábamos
— la misma, un gusto y gracias por invitarme— dije sonriendo y mostrando ligeramente mis dientes
— Gracias a vos por venir — dijo este mientras abría la puerta y nos dirigía a su departamento
Ni bien entramos divise un amplio y bonito living, con un aspecto muy morderno y por lo que parecía era bastante costoso. Dos alargados sillones y un televisor gigante se encontraban en el centro.
