Epílogo II

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Clow

Si tuviera que describirme en una sola palabra sería, confundido. Aunque otras personas me definirían como un monstruo. Se supone que estaba averiguando si Guillermo Gallagher salió del país o no, y ahora estoy corriendo por un hospital porque no encuentro a... sinceramente no sé quién es para mí esta mujer. Hace tan poco tiempo yo estaba abrazando a la Gatita y ahora me encuentro en esta situación por Yuri. O sea esta chica es diferente, no sé cómo explicar lo que hay entre nosotros.

Bueno, puedo aclarar lo que siento por el imbécil que me bloquea el camino al cuarto donde está ella, no lo soporto a ese maldito entrometido.

―Kei Matsudaira ―digo su estúpido nombre japonés.

El chino rubio sonríe, aunque no es chino pero me da igual.

―Clow Rockefelle.

―¿Qué haces aquí? ―expreso irritado.

―Cuido a Yuri de gente como tú.

Presiono mis dientes.

―¿Y tú qué sabes? Eres tan solo otro asesino a sueldo.

―Y también un informante muy capaz, por lo tanto sé investigar a las personas, sobre todo a quienes tienen un prontuario bastante asqueroso como el tuyo, señor violador ―exclama en un tono burlesco.

―Me importa una mierda lo que pienses ―Lo empujo para pasar.

―Lo sé, pero seguro te importa lo que ella vea de ti, ¿o no? ―Me detengo ante su insistencia ―. Te lo diré de esta manera, las personas como tú no cambian, no obtienen su redención, está en su sangre.

Me giro furioso, agarro su chaqueta y lo empujo con fuerza contra la pared, presiono los dientes mientras lo observo con odio.

―¡¡Te voy a matar si no te callas!!

―No puedes, eso te traerá problemas con tu libertad condicional, y otra cosa ¿Estás seguro de que puedes parar si ella te rechaza o te dice que no?

Lo oigo atentamente, aunque no debería.

―¿Qué? ―digo aturdido.

―Responderé yo la pregunta, no, no puedes, la vas a violar como lo hiciste con todas las demás y cuando te des cuenta, ya será demasiado tarde, cómo con Mercedes Becker, ¿no?

―¡¡Cállate!! ―Le pego un puñetazo y le parto el labio, se tropieza alejándose mientras yo respiro agitado.

¿Por qué lo estoy escuchando?

―Sabes que tengo razón y no quieres admitirlo ―Se levanta del suelo ―. Eres un monstruo Clow Rockefelle y siempre lo serás, y los monstruos se van al infierno ―se burla de nuevo, pero no puedo reaccionar.

Ataca a mi punto débil, no lo soporto.

Me doy la vuelta sin responderle, pero con mi acción le doy la razón, porque no voy a buscar a Yuri, simplemente me rindo frustrado, golpeo los muebles y las puertas mientras voy saliendo furioso del hospital. A veces me siento tan vacío, como si no tuviera alma para controlar mis equivocaciones y por esa causa, él tiene un argumento más valido que el mío. Es obvio que un día voy a lastimarla, ya que la oscuridad siempre me consume y me es imposible detenerla. 

Continuará...

Continuará

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Perversa Oscuridad: Conquista [#5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora