Demasiado Patético | KookV

[07]

Recién estaba abriendo los ojos, cuando sintió punzadas de dolor...

    Los cerró, y los abrió nuevamente, parpadeando después unas cuantas veces para acostumbrarse a la luz. Cuando su vista se aclaró, palideció.

    Negó con la cabeza repetidas veces, provocando más dolor, dolor que pasó a segundo plano por lo que veía.

    Cerró sus ojos una vez más, repitiéndose mentalmente que nada era real, que todo desde un principio había sido un mal sueño.

    Pero no lo era.

    Unos gritos junto exclamaciones de horror provocaron que levantara la mirada; todos veían a su dirección, sus rostros denotando el miedo.

    Quería decir algo, pero no podía; un nudo en su garganta lo evitaba.

    —¡Llamen a la policía!

    Eso... fue lo que escuchó en la lejanía, sí, lejanía, pues sus ojos cayeron nuevamente sobre el cuerpo inerte de la mujer a centímetros de él.

     —¿L-Lisa? —llamó, con la intención de tocarla, mas frenando en seco en cuanto notó la sangre en su piel, su propia piel.

    Retrocedió asustado, espantado.

    Las gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas, mejillas cubiertas de sangre, de sangre que no era suya.

    Tapó su rostro con ambas manos,  tratando de recordar algo antes de quedarse dormido, pero lo único que venía a su mente fue estar llorando y riendo junto a alguien más, mientras bebía varias botellas de alcohol.

   Se levantó, tambaleándose por causa de un mareo repentino, y se apoyó en una pared, restregando sus manos con desesperación sobre su rostro.

    —N-no p-puede estar p-pasando —dijo, inaudible.

    —¿Qué está pasan... —Escuchó la voz de JungKook acercándose y poco después, todo se mantuvo en silencio.  Miró cada una de las expresiones de éste, también la que hizo cuando notó su presencia—. ¿Qué... qué hiciste?

    —Y-yo-

    —¡Por Dios! —Jimin hizo acto de presencia, y lo que exclamó después, lo dejó atónito—: ¡No puedo creer que hicieras esto realmente! ¿¡Cómo pudiste hacer esto por celos, Taehyung!? ¿¡Cómo!?

     Se sentía sofocado, sin aire; respirar se estaba tornando cada vez más difícil, más doloroso.

     —¿D-de qué estás-

    Dio un paso, sólo un paso.

    —¡No lo dejen escapar!

    Luego, cuatro hombres se abalanzaron sobre él.

    Forcejeó, usó todas sus fuerzas en ese momento pero, no eran suficientes.

    Sus ojos cayeron sobre JungKook, el cual lo miraba sin expresión alguna. Deseaba con todas sus fuerzas que nada estuviese pasando. Deseaba... que sucediera algo extraño y lo devolviera en el tiempo, cuando era feliz.

     No había parado de forcejear en ningún momento... Bueno, sólo dejó de hacerlo en cuanto un impacto en su cabeza lo hizo quedar inconsciente.

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   —Señor, lo necesitan en-

   —¿Es urgente? —le preguntó con una ceja levantada.

   —Sí, señor.