¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.

Capitulo 32: Un cuadrilátero no te llevara lejos.

Madisson.

Mensaje de Ryan Black.

-Ehhh ¡Hola nena!, solo pasaba a desearte una feliz noche y espero que te halla ido bien en el entrenamiento de hoy.

Pd: Espero que ya estés pensando en una respuesta, y no, no es presión...

Iba camino a mi casa cuando recibí el mensaje de Ryan y antes de poder responderle la figura de dos mujeres que extraño muchísimo se atravesó en mi vista.

Mi madre y mi hermana.

De inmediato guarde mi celular en el bolsillo y corrí hacia ellas.

-¡Mami! ¡Mia! -Me acerque a ellas y estas me miraron de inmediato.

Mi hermana no lo dudo ni un segundo cuando se lanzo sobre mi y me abrazo. Le correspondí el abrazo con mucha alegría.

Mi madre por otra parte solo se quedo de pie mirándome de arriba a abajo, no sabia lo que pasaba por su mente pero yo solo quería abrazarla y asi lo hice.

-¡Te extraño tanto madre! -Fue lo que dije mientras la abrazaba. Ella no correspondía mi abrazo.

Me separe de ella y me miraba con indiferencia.

-También te extrañamos, hermana. -Hablo Mia sonriéndome.

-No hables por mi, niña, ella solo me avergüenza. -Dijo esta vez mi madre y sentí como si una espada me estuviera atravesando el corazón, el alma, mi vida.

-Mamá, por favor, no le digas eso. -Mia la miraba con horror, se que ella sintió esas palabras tanto como yo.

-¿Por que lo dices madre?, ¿Por qué seguí mis sueños y aficiones en vez de seguir tu patrón de hija perfecta y educada? -Dije tratando de ocultar el dolor que me causaron sus palabras.

-Ese deporte no es para mujeres.

-Cualquier deporte lo pueden practicar las mujeres, estamos en el siglo veintiuno, no en tus tiempos, el deporte que practique no define si soy mas o menos mujer, por favor deja esa mentalidad mamá. Puedo practicar el deporte que me guste por que quiero y por que puedo. Al menos no tome el camino de drogas o así, en vez de avergonzarte, deberías sentirte muy orgullosa de mis logros en esta carrera.

-"Carrera" no es eso, carrera es ser abogada, psicóloga, doctora o demás, no una boxeadora sin futuro, no tienes siquiera un titulo en esa "carrera" -hizo las comillas con sus dedos- Tenias todo para estudiar una carrera de verdad y solo preferiste dejar todo atrás y dedicarte a eso, no quisiste hacer nada con tu vida. Un cuadrilátero no te llevara lejos.

Sus palabras me lastimaban demasiado, el hecho de que una de las personas mas importantes en tu vida te diga eso, de verdad es muy difícil, pero sus palabras no iban hacer que dejara mi deporte favorito, no iban hacer que abandonara mi pasión, luche demasiado para llegar donde estoy y ella no haría que cambiara de opinión y dejara todo atrás, no, primero debo estar bien conmigo misma, es lo mas importante.

-Te equivocas madre, te lo voy a demostrar en catorce días, te demostrare que si tengo futuro en este deporte, tengo talento madre, deberías venir a verme, seria algo muy importante para mi que tu y mi hermana estuvieran ahí apoyándome.

-No cuentes con nosotras, que dirían los demás si se dan cuenta que la esposa de él señor Hoffman anda en esos lugares.

Su desprecio hacía mi persona era muchísimo, su mirada me lo decía todo.

-Bien, no te rogare, pero creeme que intentaré por todos los medios demostrarte que las mujeres podemos practicar este deporte e incluso llegar a ser mejores que los hombres.